Treinta personas en situación de movilidad decidieron retirarse de las vías del ferrocarril de la zona de Mápula, donde desde hace 5 días los dejaron varados y expuestos a la inseguridad, insalubridad y al clima del desierto chihuahuense. Los migrantes que accedieron a retirarse confiaron en la promesa del Grupo Beta del Instituto Nacional de Migración.
En la zona, permanecen más de 300 personas, en su mayoría núcleos familiares y jefas de familia con sus pequeños, quienes ya no pueden, ni quieren caminar. La buena voluntad y solidaridad de los chihuahuenses, así como de empresarios que se ubican en los alrededores de las vías han estado llevando alimentos, naranjas, plátanos, agua, atún; sin embargo el clamor de estas personas migrantes es que el tren se ponga en movimiento y llegar a la frontera norte.
Ayer por la tarde, acudieron a llevarles paquetes de sobrevivencia con agua, atún y galletas, ello luego de que llegó el Grupo Beta de Protección a Migrantes del INM, quienes viajaban desde Ciudad Juárez para ofrecer el traslado de los migrantes a un albergue en la frontera.
Las personas que continúan en el lugar afirman que solo buscan llegar a los Estados Unidos, “Nosotros no queremos quedarnos en México”. Ellos y ellas quieren trabajar en EU y ganar en dólares a fin de que puedan beneficiar a sus familiares que se quedaron en Venezuela, donde se vive una crisis social y económica. “El cambio de pesos a bolívares es muy poco, es apenas una diferencia de 40 dólares, eso no alcanza ni para un pollo”.
La mayoría de las personas no quiso aceptar la propuesta de los Beta, debido a que en otras ocasiones se los llevan solo para regresarlos hasta Tapachula, donde deben de iniciar de nuevo el trayecto, hay personas que tienen hasta 4 meses intentando llegar a la frontera, trabajando de sol a sol para obtener algunos pesos que a la postre les servirán para pagar las “cuotas” que los agentes de INM les cobran para dejarlos avanzar por territorio mexicano.
➡️ Recibe las noticias directo a tu celular. Suscríbete aquí a nuestro canal de WhatsApp
Los empresarios y ganaderos de la zona de Mápula se han organizado para recolectar ayuda para los migrantes, debido a que han detectado personas enfermas, entre ellas una mujer con asma que no podía respirar, niñas y niños con fiebre, a quienes les han llevado medicamentos a fin de ayudarlos a transitar el proceso.
Las mujeres piden ropa interior, así como implementos de higiene personal y toallas femeninas, para los pequeños pañales. Además les llevaron naranjas para dotarlos de vitamina C y fortalecer su sistema inmunológico.
Entre los migrantes varados se encuentra una pequeña con síndrome de down quien presenta arritmia, por lo que buscan apoyo.
Cada vez que llega un vehículo, los migrantes salen de entre los matorrales y los vagones para abalanzarse a fin de obtener algo de alimento. La desesperación que tienen se incrementa con el paso de las horas.
En el rancho que se ubica aledaño a la zona de abandono, les han permitido ingresar a bañarse para aminorar el problema en la piel, de la misma manera les permiten tomar agua.
En esa zona muchas de las personas afirman que buscan llegar a Ciudad Juárez, “si nos devuelven, otra vez para arriba”, comentó David de 28 años de edad, quien es licenciado en Criminología y Ciencias Forenses, de origen colombiano, quien busca llegar a EU para brindar un mejor futuro a su esposa e hija de 2 años. Junto con él viaja su hermana quien es ingeniera en Higiene y Seguridad Industrial, su pequeña tuvo fiebre y no pudo conciliar el sueño, además del frío que ha tenido que sortear.
Engel de 20 años de edad, era estudiante de informática, dejó la universidad para buscar chamba en EU, su meta es lograr un buen futuro para su hermana de 9 años, quien se quedó en Venezuela con una tía.
“El negocio de México es estarnos devolviendo para seguir cobrando, el que vino de migración nos dijo que tenía dos aviones listos, que si quería nos mandaba a Venezuela, le dijimos que lo hiciera, pero él no manda”, señaló otra mujer migrante.
El tren con estos migrantes es el único que detuvieron, ya que las corridas hacia el norte y hacia el sur. “Hemos sobrevivido gracias a las personas que se ponen la mano en el corazón, quienes nos dan alimento, dinero o nos ponen a trabajar para costear nuestro pasaje, pero no por las autoridades”.
Publicado originalmente por El Heraldo de Chihuahua