A cinco años de la trágica masacre que dejó una herida profunda en la comunidad LeBarón, las familias afectadas, acompañadas de activistas, realizaron una jornada de protesta frente a Palacio Nacional, clamando por justicia y seguridad, asegurando que la ausencia de sentencias efectivas en este caso es un recordatorio de la impunidad que prevalece en el país.
La comunidad, devastada pero unida, demanda respuestas y acciones concretas de las autoridades mexicanas y estadounidenses, en un acto que se realizó la mañana de este lunes, en conmemoración de este trágico suceso ocurrido en el año 2019 en los limites de Chihuahua y Sonora.
Bryan LeBarón hizo un llamado directo a la presidenta Claudia Sheinbaum, al secretario de Seguridad, Omar García Harfuch, y al Congreso, instándolos a revisar la iniciativa de estrategia de seguridad en Parlamento Abierto. “Es fundamental que consulten a quienes viven en los lugares más peligrosos del país. Debemos abrir un espacio para construir una estrategia integral que incluya a todos los mexicanos de buena voluntad, en lugar de perpetuar visiones unipersonales que han caracterizado a uno de los sexenios más violentos en la historia de México”, afirmó.
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En un emotivo acto simbólico, Shalom Tucker, madre de Rhonita María LeBarón, quien fue asesinada junto a sus cuatro hijos, dirigió una conmovedora carta a la presidenta. “Cuando un hijo es amenazado, cuando se ve frente al peligro, no hay madre que no se ponga en medio. Eso es lo que necesitamos; necesitamos su mano franca, con la única intención de que el ciclo natural de la vida continúe. Que nunca más nadie, por culpa de la violencia, deba enterrar a un hijo”, expresó.
La indignación de la familia LeBarón se ve reforzada por el hecho de que, a la fecha, no ha habido ninguna sentencia por homicidio relacionada con esta masacre, y solo dos personas han sido condenadas por la delincuencia organizada. Adrián LeBarón, padre de Rhonita enfatizó la desesperación y el anhelo de justicia que sienten ante la inacción de las autoridades.
En la misma línea, Julián LeBarón subrayó la necesidad de que la sociedad rompa el silencio y alce la voz contra la impunidad. “Si no salimos a exigir a gobernadores y fiscales que actúen contra quienes asesinan, secuestran y violan, no podemos permitir que sigan en funciones. El miedo solo alimenta la impunidad”, advirtió.
La lucha por justicia llevó a la familia LeBarón a marchar hacia la embajada de Estados Unidos, donde entregaron una carta al embajador Ken Salazar, solicitando apoyo para analizar los mecanismos de colaboración en la lucha contra la inseguridad. Este gesto simboliza no solo la búsqueda de justicia, sino también la necesidad de un enfoque binacional ante la creciente ola de violencia que azota a México.
La carta que se entregó destaca la promesa de la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador de proporcionar justicia, una promesa que aún está lejos de cumplirse. En un contexto donde la violencia y la impunidad siguen creciendo, la comunidad LeBarón eleva un clamor desesperado: la seguridad binacional se ha convertido en un grito de auxilio.
En este quinto aniversario de la masacre, la comunidad no solo recuerda a sus seres queridos caídos, sino que también exige que su lucha por justicia no caiga en el olvido. Es un llamado a la acción, una súplica por un cambio real en un país que necesita urgentemente romper las cadenas de la impunidad y restablecer la confianza en sus instituciones. La comunidad LeBarón, más unida que nunca, sigue adelante, decidida a no permitir que el silencio sea su legado.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua