Cientos de personas abarrotaron este sábado la parroquia de San Charbel a fin de participar en la misa de cuerpo presente para dar el último adiós a Samuel Kalisch Valdez, empresario que falleció el pasado jueves a los 82 años de edad, y quien dejó un legado importante en la comunidad.
“Jesucristo siempre fue tu descanso y con tu vida intentaste que tu corazón se asemejara al de él en su generosidad y en su magnanimidad. Hoy que nos despedimos, nos acongoja la tristeza, pero como cristianos sabemos que la vida no acaba, sino que apenas comienza”, fue parte del mensaje externado por el presbítero que ofició la misa, quien destacó la humildad del finado.
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Detalló que, tras haber recibido la unción de los enfermos “su corazón dejó de latir en esta tierra para latir eternamente en el cielo. El premio del cielo es el que todos deseamos, por eso nos cuesta, se nos hace difícil despedirnos de nuestro ser querido, alguien que ha estado con nosotros y que con su vida nos ha intentado dar ejemplo”.
Insistiendo en el gran ser humano que fue Kalisch Valdez, el sacerdote subrayó que “a los que nos quedamos nos toca no llenar sus zapatos, sino dejarnos guiar también por Jesucristo”, refiriendo que una de las características de don Samuel era su sonrisa y su mirada sencilla “donde de algún modo, uno podía descansar en él”.
En la misa se dieron cita el alcalde capitalino, Marco Antonio Bonilla; así como diferentes empresarios y trabajadores de la empresa Kalisch, quienes a su vez se encargaron de trasladar las decenas de ofrendas florales que tanto funcionarios, familiares y amigos hicieron llegar a Mausoleos Luz Eterna, lugar en el que se realizó la velación este viernes.
Cabe señalar que, tal fue la cantidad de personas que acudieron a dar el último adiós a Samuel Kalisch que, en la explanada de la parroquia, se tuvo que adecuar un espacio con poco más de cien sillas que fueron ocupadas en su totalidad.
Igualmente, se colocó una pantalla con sonido y una carpa para poder seguir desde fuera la misa en honor al empresario fallecido para así poder dar el último adiós, toda vez que su cuerpo será cremado.
Al término de la misa, los hijos y nietos, además de agradecer a los presentes por su compañía, aprovecharon para externar algunas palabras de despedida hacia su padre, compartiendo a su vez unas cuantas anécdotas que se convirtieron en grandes enseñanzas para cada uno de ellos, principalmente, el de la importancia de tener cerca y en primer lugar a la familia.
Con nostalgia, compartieron algunas historias que vivieron en la ‘paralítica”, camioneta que, a pesar de todos los arreglos que se le hicieron “siempre nos dejaba tirados”. De la misma manera, enlistaron algunos de los aprendizajes que les dejó respecto al trabajo en favor de los demás, destacado que “es más grande la satisfacción, la felicidad que cualquier cansancio; la causa es primero”.
“Fuiste un hombre de bien, honesto, sincero. Nos dejas un gran compromiso a nosotros y a la sociedad de seguir tu ejemplo, de ver por la gente. No tuvimos tiempo de decirte adiós, de agradecerte lo que nos diste y lo que fuiste, pero el amor y la empatía por los demás, será la manera de honrarte y agradecerte”.
A la salida del templo, el féretro con el cuerpo fue despedido entre aplausos y una valla humana.
En vida, Samuel Kalisch Valdez fundó la Fundación del Empresariado de Chihuahua (Fechac), al tiempo en el que fue propietario de tres empresas en los sectores comercial, industrial y de transporte, especializándose en la producción de acero y el reciclaje de metales. Su visión y capacidad de gestión le permitieron establecerse como un referente en la industria local.
Descanse en paz.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua