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BOCOYNA.- Los incendios provocados y la tala clandestina son acciones que tienen la intención de sacar a los pueblos originarios de su comunidad para apoderarse de los recursos maderables, a ello se suma la preocupación de los indígenas porque el fuego ocasiona que el agua migre a otro lado.
Lorenzo Moreno, de la comunidad de Bacajipare, señaló que los incendios son provocados por personas que pasan por la comunidad, quienes incendian y se esconden.
Los incendios en la zona de Bocoyna y Urique se volvieron incontrolables debido a lo seco del suelo, pero también porque los provocadores fueron incendiando por secciones.
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“Los incendios acaban con todo el bosque”, aseguró Eva Pérez, de la comunidad de Bosques de San Elías Repechique, cuya comunidad ha detectado que en los últimos años la incidencia de incendios se ha incrementado, la mayoría provocados.
El pasado 3 de junio inició el incendio forestal en la zona donde residen, el fuego arrasó con tres viviendas y una vaca que estaba amarrada porque sería parte de la fiesta del Yúmare.
Sangran el bosque
“El pino es medicina para nosotros y no nos han respetado”, señalaron los indígenas rarámuri que se han dedicado a la defensa del territorio.
La comunidad de Bosques de San Elías Repechique agrupa a 33 rancherías, en los cuatro puntos que cercan la comunidad se registraron incendios.
Relataron que han detectado algunos señores que visitan el área donde van a cortar los árboles.
Eva señaló que “No nos respetan, no nos consultan, sólo llegan a cortar los árboles”.
Durante los meses de febrero y marzo estuvieron sacando madera del bosque.
“El corte de los árboles también afecta la fluidez del agua, si cortan los árboles el agua se va”.
La cosmovisión indígena rarámuri es que de los árboles nace el agua, por ello consideran que la dificultad que hoy se atraviesa con la falta de agua es debido a la depredación del bosque.
Desde hace tres años, empezaron a secarse los aguajes y los manantiales. Tiempo en el que la tala inmoderada ha sido devastadora.
La sequía que actualmente enfrentan ocasiona que los arbustos como manzanillas o pinos secos se enciendan y el fuego se vaya extendiendo. “Anda alguien ofendiendo el bosque sin conciencia”.
La Policía Forestal de la Secretaría de Seguridad Pública reporta que en el periodo del 18 de mayo al 19 de junio de 2024 se han registrado cinco delitos forestales y se ha logrado la detención de seis personas y un camión con placas sobrepuestas.
Se aseguraron 233 unidades de madera en rollo, seis vehículos involucrados en la comisión de un delito.
Además se lograron asegurar un arma larga, dos cargadores, 70 municiones, se destruyó un campamento, así como cinco parapetos destruidos y tres kilogramos de marihuana.
Entre otras acciones, la Policía Forestal revisó 130 guías, 2 mil 308 unidades de madera en rollo, se realizaron 17 revisiones a aserraderos, se consultó a 82 personas y se revisaron 114 vehículos.
Incendios arrasan con todo
Chihuahua figura entre las 10 entidades con mayor superficie afectada a consecuencia de los incendios forestales, junto con Oaxaca, Jalisco, Chiapas, Michoacán, Durango, Guerrero, Sinaloa, Quintana Roo y Nayarit.
A nivel nacional, el Sistema Nacional de Información Forestal arroja que del 1 de enero al 20 de junio se registraron 6 mil 059 incendios forestales en 32 entidades federativas, en una superficie de 692,766.43 hectáreas.
De esta superficie, el 93% correspondió a vegetación en los estratos herbáceo y arbustivo y el 7% a arbóreo.
Las entidades federativas con mayor presencia de incendios fueron México, Jalisco, Ciudad de México, Michoacán, Durango, Puebla, Chihuahua, Oaxaca, Chiapas y Veracruz, que representan el 83% del total nacional.
Las entidades federativas con mayor superficie fueron Oaxaca, Jalisco, Chiapas, Michoacán, Durango, Guerrero, Sinaloa, Quintana Roo, Chihuahua y Nayarit, que representan el 81% del total nacional.
La Dirección Forestal y Recursos Naturales de la Secretaría de Desarrollo Rural en Chihuahua informó que durante la temporada 2024 se han atendido 393 incendios en diversos municipios, con una afectación preliminar a 67,246.70 hectáreas.
De la afectación 271.8 hectáreas corresponde a arbolado adulto; 972.5 hectáreas a renuevo; 5,415 a arbustivo, el resto es herbácea y hojarasca.
El municipio con mayor afectación es Madera con 8,891.21 hectáreas; seguido de Guadalupe y Calvo con 8,700.83 y en tercer sitio se encuentra Bocoyna con 7 mil 081.48 hectáreas.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua
