Para la Fiscalía de Distrito resulta preocupante como cada vez son más los jóvenes y hasta menores de edad que se integran a las filas del crimen organizado, ya sea para el narcomenudeo o cometer ajustes de cuentas de integrantes de bandas rivales.
Jorge Nava López, titular de esta corporación, recalcó las más recientes detenciones de líderes criminales que no rebasan ni los 25 años de edad y ya están a cargo de peligrosas células criminales que operan en esta frontera.
Uno de ellos es Luis Ernesto C., de 23 años, mejor conocido como el Alaska, principal operador del grupo delictivo de La Empresa al poniente de la ciudad y de quien se dijo es responsable de vestir de mujer a las personas que ordenaba asesinar.
En una rueda de prensa virtual, llevada a cabo hace unos días, el fiscal Nava reiteró este dato y agrego que por lo general, los integrantes de estas células de sicarios ya son jovencitos, que son reclutados.
Archivos periodísticos revelan que en los casos de ejecuciones violentas, en su mayoría, las víctimas son personas de edades entre los 16 y 30 años, que son adictos a las drogas o trabajaban en algún punto de venta o “tiendita”.
De hecho, tras la detención de Omar Alfredo, alias el Freddy, otro cabecilla de esta misma célula delictiva, el gobernador del estado, Javier Corral Jurado, señaló que está persona tenía bajo sus órdenes a jóvenes de entre 15 y 17 años, que formaban su estructura.
Según un estudio de la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, hasta finales del 2019 y principios del 2020, aumento en un 153% el reclutamiento de menores en las filas del narco, a lo largo de todo México.
Desafortunadamente, la misma Fiscalía ha mencionado que ahora, hay niños que desde los 12 años de edad son adictos a algún tipo de droga, como la marihuana o cristal, lo que refleja la gravedad del problema.
Incluso, ha habido denuncias de venta de drogas en planteles educativos como secundarias, por lo que esta agencia investigadora lleva programas de concientización e información para alertar a los menores.
Organizaciones civiles, preocupadas por esta situación, buscan recalcar la importancia en el combate de las adicciones, para frenar la venta de droga y por ende, los homicidios violentos, que son resultado directo en el abuso del consumo de estupefacientes.
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