El pluri Armando Cabada ya prepara al “sparring” que habrá de recibir los golpes ahora que él se vaya de candidato a diputado por Morena, pese a la situación actual que vive la administración en el equipo cabadista no faltará algún “yihad” fronterizo que esté dispuesto a sacrificarse para concluir la gestión del ex independiente.
En los corrillos de la unidad administrativa Benito Juárez corre fuerte el rumor de que entre los posibles sustitutos se encuentran el doctor Carlos Ponce Torres y el regidor Alfredo Seañez Nájera, muy amigo de Javier Cabada dueño de la escuela Superior de Psicología.
El suplente Rodolfo Martínez Ortega quien más obligado estaría a atender el cierre de la gestión cabadista, hizo pisa y corre justo a tiempo hace algunos meses para perseguir su sueño político poco realizables que es precisamente ser alcalde. Aunque le ofrecieran los negocios más jugosos en los últimos meses que le quedan a la actual administración, no regresaría a reemplazar a Cabada.
Trascendió que el regidor Ponce Torres pudiera ser el agraciado para convertirse en el regidor en funciones de presidente durante la ausencia de Cabada. Por cierto, Carlos Ponce se le identifica más con el equipo de operadores de Rodolfo Martínez.
El doctor tiene la experiencia, en el pasado le tocó entregar la administración municipal que encabezó el ahora finado Jesús Macías cuando abandonó la presidencia municipal para irse de candidato a la gubernatura, en aquel entonces perdió contra el contador Francisco Barrio Terrazas.
En aquella transición de gobierno municipal priista, Ponce Torres le entregó el poder a Francisco Villarreal, emanado del PAN, quien le ganó la constitucional al candidato del PRI José Luis Canales de la Vega, por cierto, metido ahora en la nómina de la actual administración.
Se espera que Armando Cabada solicite licencia al cabildo los primeros días de marzo, y así se quitará peso de los hombros para pasarle la carga a la víctima del golpeteo político en el final del gobierno “ciudadano” que fue quimera, producto de la ilusión fronteriza.
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El economista Eduardo Fernández Herrera, actual secretario de Salud de Chihuahua, trae entre ceja y ceja al médico Arturo Valenzuela Zorrilla al que nomás no le agarra ni poquita confianza dentro de la institución, según dicen las lenguas de triple filo, a lo mejor el juarense no alcanza a terminar el quinquenio.
Fernández Herrera, quien también tiene maestría en comercio exterior, está obsesionado y tiene la idea fija en la cabeza de descarrilar a Valenzuela y aseguran que no hay forma de hacerle cambiar de opinión al economista.
Los motivos son la falta de rienda al médico y su desmedido “ego” por ganar reflectores y porque le tomó idea a raíz de que se fue de vacaciones en plena pandemia, tal y como lo hizo López Gatell, el principal operador de la contingencia en México.
Aseguran que el secretario de salud ya busca en Juárez algún profesionista probo de todas sus confianzas que se pueda convertir en sus oídos y ojos en la dirección Médica en la Zona Norte.
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Muy contento se retiró Alejandro Moreno “Alito” de Chihuahua luego de haber estado todo un día completito en la grilla tricolor.
Además de la toma de protesta a Graciela “Chela” Ortiz como candidata del PRI al gobierno estatal, sostuvo dos encuentros.
Trascendió de inmediato que el líder priista compartió el pan y la sal con tres actores políticos que serán candidatos en el próximo proceso electoral: Adriana Fuentes Téllez por Juárez, Sergio Carrillo de Chihuahua y Miguel Jurado por Hidalgo del Parral.
El lugar fue en el restaurante la Casona, actual sede de las reuniones de los políticos actuales.
No faltaron los colados, pero dicen que estuvieron en mesas separadas, la hija del líder vitalicio de la CTM Georgina Zapata, el cómodo de Guillermo “Memo” Márquez y el exdirigente estatal Jorge Esteban Sandoval.
Y después de caer el sol, en la residencia de quien será la candidata a la gubernatura, el encuentro fue con varios empresarios de la capital, el líder de los priistas explicó la importancia para ese sector de que el tricolor y sus allegados logre sacar del Congreso de la Unión a los morenos.
Además, hablaron del proyecto Chihuahua con “Chela” Ortiz al frente.
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Y los que no desisten ante el escenario político incierto de Morena son Cruz Pérez Cuellar y Gabriel Flores Miramontes, son los actores políticos que traen mucho ruido ya que el resto de los aspirantes a la candidatura a la presidencia municipal, están muy deslucidos.
Ambos dicen traer le bendición de arriba, del centro del país, pero solo uno será el ungido. A el senador Pérez Cuéllar, lo condicionaron a desistir de la impugnación interpuesta ante los tribunales por el dedazo de Juan Carlos Loera como candidato a la gubernatura por Chihuahua, solo de esa forma lo dejaron que se inscribiera bajo la promesa que sería el bueno.
Gabriel Flores Viramontes es apoyado por el grupo político de la exdirigente Yeidickol Polevnsky, quien sigue teniendo poder en la dirigencia nacional.
Mientras ambos personajes siguen con todo en el escenario de las redes sociales, los terceros en discordia son: El diputado local Benjamín Carrera y la administradora de la Aduana la maestra universitaria Norma Deidré Bazán. Ambos tienen buena simpatía del candidato Loera de la Rosa.
Las traiciones, golpes bajos y las esperanzas están presentes en la figura del dirigente nacional Mario Delgado, quien de acuerdo algunos actores políticos de Morena, ha dado mucho de qué hablar y su reputación como líder cada vez se intensifica más.
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