Apoyarán a jóvenes impulsivos

Un total de 22 trabajadores de organizaciones de la sociedad civil e instituciones de gobierno se certificaron para auxiliarlos

Brenda Herrera | El Heraldo de Juárez

  · jueves 12 de marzo de 2020

Olga Casas | El Heraldo de Juárez

Con la finalidad de disminuir las conductas impulsivas en jóvenes, el Fideicomiso para la Competitividad y Seguridad (Ficosec) y el Centro de Desarrollo y Atención Terapeuta (Cedat) capacitan a trabajadores del ramo social.

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Un total de 22 trabajadores de organizaciones de la sociedad civil e instituciones de gobierno certificadas en “Protocolos para la disminución de conductas impulsivas para jóvenes en riesgo”, se certificaron ayer en el modelo “Mente Libre”.

Rubén Castañeda Torres, fundador de Cedat, platicó que este modelo se pretende aplicar en jóvenes que tienen algún conflicto con la ley.

Comentó que, este protocolo para la Reducción de Conductas Impulsivas en Jóvenes, cuenta con una rigurosa evidencia científica y funciona con herramientas de Atención Plena, Terapia Cognitivo Conductual y Neurociencia.

“Muchos de los delitos que se cometen en Ciudad Juárez y en el mundo son impulsivos, es cierto que hay sicarios y crimen organizado, pero la mayor parte de los homicidios, robos a mano armada son por gente que los hace por la adrenalina, por diversión o por pertenecer”, explicó.

Por lo anterior, los jóvenes que están cumpliendo con alguna medida cautelar o que estén en algún proceso de falta administrativa podrán ser asesorados por alguno de los 22 trabajadores que acaban de graduar de esta primer generación “Mente Libre”.

“Con este proyecto se busca que ellos puedan distinguir y notar estos impulsos y con eso quede a su criterio el decidir si realmente quieren hacer eso”, explicó.

Castañeda Torres mencionó que para pertenecer a este programa no se necesita ser psicólogo, basta con estar preparado y capacitado. “Es una intervención terapéutica, pero no es terapia”, recalcó.

Antonio Sánchez Alvarado fue uno de los graduados de este programa, quien expresó que la manera en la que se ve la vida tiene que ser transformada.

“El tener la oportunidad de hacer un cambio o poder entregar algo a estos chavos, especialmente a la comunidad que yo atendí, me dejó aprender a cómo hacerlos encontrarse con ellos mismos, a disfrutar lo que cada uno era y, a como reparar las conductas, fue muy importante, pero todo esto lo pude hacer un poco mejor de que lo hice primero conmigo”, puntualizó el graduado.

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Héctor Dayer | El Heraldo de Juárez