Ciudad Juárez.- El altar de muertos es una tradición que ha caracterizado al país desde principios del siglo xv, el cual, año con año lleva los colores y olores más representativos de México a diversos lugares, sin embargo, ante la amenaza de contagios por Covid-19 y el cierre escuelas, oficinas y panteones, familias comienzan a realizarlo desde casa.
Si te gusta estar informado, suscríbete a nuestro NEWSLETTER y recibe todas las mañanas en tu correo electrónico las noticias más importantes de Chihuahua. Da clic aquí, es gratis
El papel crepe, papel china, veladoras, cempasúchil, el aserrín, fruta de temporada, fotografías, alimentos y bebidas preferidas del difunto, son algunos de los elementos que conforman los altares, los cuales son distribuidos en 2, 3 o 7 niveles.
El altar de siete escalones es uno de los más tradicionales el Día de Muertos, puesto que cada nivel de la ofrenda representa los pasos que las almas deben dar para poder descansar en paz.
Sin embargo, cada uno significa y lleva algo distinto; en el nivel uno, se coloca la imagen del santo del que se sea devoto; el nivel dos, está dedicado a las ánimas del purgatorio y sirve para que el difunto tenga permiso para salir de ese lugar, se recomienda colocar una imagen de las ánimas del purgatorio en ese escalón; el nivel tres, se coloca sal para purificar el espíritu y para que no se corrompa el cuerpo.
En el nivel cuatro, se agrega el Pan de Muerto, que simboliza eucaristía; en el nivel cinco se coloca la comida y fruta favorita del difunto; en el nivel seis va la foto del difunto a quien ha sido dedicado el altar y por último, en el nivel siete, se coloca una cruz formada con semillas, frutas y cal, los cuales sirven para que el difunto expíe sus culpas.
Asimismo, está el altar de tres y dos niveles. El de tres niveles representa la tierra, el cielo y el inframundo, mientras que el de dos niveles, la tierra y el cielo.
Para realizar estos altares, la gente podría gastar de 300 hasta más de 500 pesos, según el decorado y los niveles de cada uno.
Algunos de los más básicos llevan aserrín, con un costo que no pasa más de los 50 pesos, las naranjas que oscilan entre los 10 y 15 pesos, las imágenes de algún santo en 20 pesos, las veladoras entre los 20 y 30 pesos, las flores tienen un costo de 15 a 30 pesos, el Pan de Muerto entre los 30 y 40 pesos, mientras que el alimento, dulces y bebidas del gusto del difunto podría resultar lo más costoso.
La forma de poner las ofrendas varía en cada familia, sin embargo, el significado y espíritu, es el mismo; recordar y rendirle honor a los seres queridos que se han adelantado.
TE PUEDE INTERESAR: