Ideada y elaborada en sus inicios desde el año 1887 por Alemania, la metanfetamina es una droga que con el paso del tiempo ha evolucionado y hoy en día su consumo es altamente adictivo y poco a poco conduce a enfermedades degenerativas y hasta a la muerte.
Así lo dio a conocer durante una conferencia virtual el doctor Mario Alberto Rojas Alanís, director del Centro Estatal de Tensión Toxicológica de Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua, realizada a través de la plataforma de la Universidad Autónoma de Chihuahua.
Para 1919, Japón logra crear una fórmula más potente y de fácil elaboración, lo que hizo que sus soldados lucharan sin importarles arriesgar su vida.
El galeno contó cómo los japoneses modificaron un tipo de metanfetamina durante la Segunda Guerra Mundial, para cambiar la forma de actuar, sentir y pensar de sus guerreros, que se convirtieron en kamikazes bajo el influjo de esta droga.
Después de la postguerra, se inició el primer problema de adicción por consumo a la metanfetamina, ya que toda la droga que tenían reservada para la guerra se sacó a la población y en 1950 se usó para controlar la obesidad.
Para 1970 sube la curva de consumo de drogas y en el 71 las autoridades se ponen en alerta al ver que cada vez es más usada como una droga con efectos alucinógenos.
Según una gráfica, en 1950 fue utilizada como un auxiliar dietético y antidepresivo; para 1960 comienzan a darle otros usos; en 1970 Estados Unidos declara ilegal su uso y para 1971 la Convención Nacional de Psicotrópicos la agrega a la lista de sustancias controladas.
Después, la metanfetamina y sus derivados fueron adquiriendo otros nombres como speed, meth, shalk, huelo, cristal, arranque y vidrio, que fueron usados entre los mismos adictos.
El doctor Mario Alberto Rojas alertó sobre su peligrosidad por los materiales utilizados para su elaboración, entre los que se encuentran el ácido muriático, ácido de batería, sosa cáustica, ácido clorhídrico, raticida, plomo, hidrocarburos, solventes, éter y cloruro de mercurio.
En las calles, las dosis pueden variar de cantidad, al encontrarse dosis bajas de 5 a 10 mg, dosis medias con 20 a 40 mg y dosis altas, de 50 a 90 mg, causando daños psicomotores y neurológicos.
Entre algunos daños que generan están la coagulación extravascular, convulsiones, acidosis metabólica, insuficiencia renal y fallo multiorgánico.
Durante su consumo, los adictos presentan episodios de paranoia, estado de alerta, disminución de apetito, delirios, visión borrosa, insomnio y problemas cardíacos, entre algunos otros.
Como resultado final, una de las enfermedades que ocasiona el uso de cristal y que presentan los adictos con el paso de los años es el Parkinson, por el daño al sistema nervioso y en los peores de los casos, la muerte.
Hoy en día, los problemas de seguridad y violencia en Ciudad Juárez son ocasionados principalmente por la venta y consumo de metanfetamina, que ha generado el enfrentamiento de grupos criminales a lo largo y ancho de la ciudad.
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