Usuarios que de manera frecuente utilizaban el transporte público de la línea 4-A se han visto afectados ante la desaparición de esta concesión.
Hace casi tres meses que Ezequiel López, habitante del sector de San Lorenzo, tiene que caminar más de 30 minutos para tomar otro transporte que lo lleve a su lugar de trabajo.
“Ya tenía tiempo que esta ruta se tardaba mucho, pero cuando inició la pandemia dejó de pasar completamente, esto debido a que por los altos índices de violencia mataron al concesionario de la línea”, expresó.
López comentó que anteriormente el transporte tardaba en pasar casi la hora, puesto que sólo había tres unidades circulando.
“Llegó el momento en que si antes tomabas el camión a las ocho y media de la mañana ahora lo tomabas un día después a las nueve y media, y así se fueron prolongando, hasta que hubo un momento en el que ya no pasaron”, recalcó.
Comentó que aún existe la otra parte de la Línea 4-A, sin embargo, esta no pasa por los fraccionamientos que están hacia el norte del área San Lorenzo como Jardines del Valle en la colonia Fidel Velázquez.
“Estos otros agarran toda la 16 de Septiembre, llegan hacia el parque industrial J. Bermudez hasta las Misiones de ahí ya se regresan y hacen el mismo recorrido hasta el centro, pero pues esa no nos deja”, explicó.
Ahora, el ciudadano tiene que caminar hasta Smart Country para tomar un camión de la Línea Oriente Poniente que lo lleve a su lugar de trabajo.
Ante ello, lo que más se le ha dificultado es organizar los tiempos ya que tiene que prepararse y salir una hora antes, además que ahora ante la pandemia, el horario de transporte se redujo, lo que suele complicar aún más las cosas, agregó.
Por último dijo que en ocasiones también ha tenido que recurrir al servicio de Uber, sin embargo esta no es una opción viable para todos los días ya que por semana estaría gastando una cantidad considerable.
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