Ciudad Juárez, Chihuahua.- La asociación Adelitas presentó en conferencia de prensa la problemática que viven los campesinos chihuahuenses ante la falta del agua en las presas Granero, Vírgenes y Boquilla, después de que fuerzas federales tomaron el control de dichas presas.
“Adelitas es un grupo de mujeres que nace por la defensa del agua, agricultoras, esposas de agricultores, amas de casa, empleadas, estudiantes, comerciantes, todas unidas por un mismo propósito, la defensa y el amor por nuestra tierra”, expresó Alexa Jiménez, de dicha organización
Destacaron que veinte mil familias han sido afectadas y que la falta del agua afectará hasta un setenta por ciento de las cosechas.
La presa la Boquilla estaba antes de la extracción con 160 millones de metros cúbicos, si se completó el ciclo agrícola, pero porque fue un ahorro del año anterior, se quedó al 30 por ciento de su capacidad y actualmente se lleva a cabo el ciclo agrícola con restricciones.
Presa Las Virgenes estaba a un 40 por ciento y quedó en un 17 por ciento, extrajeron 140 millones de metros cúbicos. El Granero se encuentra en una situación similar.
Destacaron que del Distrito 005 (Camargo, Saucillo, La Cruz, Delicias, Julimes, Meoqui y Cárdenas ) son aproximadamente 80 mil hectáreas y que el 70 por ciento de ellas nos se va a producir, no se va a regar. En el cultivo hay chile, cebolla, alfalfa, maíz, trigo, hortalizas.
“Estamos constantemente pidiendo a Dios para que nos llueva, si sufrimos sequía constante, pero a esta le unimos este grave problema, no se presentaba una crisis tan fuerte desde la sequía de los años de 1994, 1995, no se abrieron las presas pero por causas naturales”, mencionó Jiménez.
Informó que cuentan con tecnificación, con sistemas para el riego, pero el costo es muy alto y no es suficiente.
El 19 de julio del 2020 la fuerza federal, Guardia Nacional, abrió la presa de Las Vírgenes y comenzaron las manifestaciones pacíficas.
En el evento se criticó el accionar de Juan Carlos Loera, que en su labor como delegado no defendió los derechos de los campesinos.
“El domingo 6 de septiembre amanecimos con la noticia que Conagua apoyados por Juan Carlos Loera habían abiertos las puertas de La Boquilla y habían vaciado el Granero y estaban acabando con las Vírgenes, imaginense la desesperación, el coraje y la impotencia de ver correr el agua, agua robada, que nosotros teniamos ahorrada”, destacó Irasema Calderón.
“Decidimos ir a protestar a la Boquilla ante la Guardia Nacional, que ya nos estaba esperando, fue el 8 de septiembre, decidimos actuar como chihuahuenses, organizamos una mega caravana de Chihuahua hasta la presa la Boquilla, nuestros representantes iban con la idea de una manifestación pacífica, pero la mayoría sabíamos que eso ya no seria suficiente”, agregó.
Los campesinos y la ciudadanía se enfrentaron a la Guardia Nacional, con piedras y palos, desde jóvenes hasta personas adultas. Sacaron a la Guardia Nacional de la presa y cerraron las compuertas de la presa la Boquilla.
“Felicidad opacada más tarde por el asesinato por la espalda de nuestra compañera agricultora Jessica Silva y resultando herido su esposo Jaime Torres, a manos de la Guardia Nacional, crimen todavi impune y la detención de tres agricultores, que un siguen presos, todo solapado por el presidente y su protegido Juan Carlos Loera, planeo y ejecuto el robo del agua, afectando a los agricultores desde Ojinaga, toda la región centro sur”, enfatizó.
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