Desde hace algunos meses la glorieta a “El Nuevo Ciudadano” que dirige al bulevar Bernardo Norzagaray y al arroyo de las Víboras permanece en condiciones deplorables, con bultos de tierra sobre el concreto y un socavón que lleva meses obstruyendo el paso de vehículos.
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Ricardo Muñoz, ciudadano que cuenta con un negocio ubicado en la colonia Arroyo de las Víboras, comentó que el socavón lleva más de cuatro meses, ya que el personal de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), - de manera frecuente- sólo se acerca al lugar, acomoda las señales de prevención que se colocaron, les toma foto y se retiran.
Dicho hoyo está lleno de aguas negras y hasta basura, lo que resulta peligroso para las personas que a diario pasan por esa calle, “con el aire se mueven los señalamientos, pasan los camiones y queda muy angosta la calle para los demás conductores”, agregó.
Asimismo, se comentó que la mayor parte del tiempo, las calles suelen llevar aguas negras, lo que causa un fuerte olor e inconformidad de los clientes que ocupan los servicios de veterinaria que ofrece el señor Muñoz.
“Los clientes se molestan porque cuando vienen, siempre tienen que pisar las aguas negras, hasta los perritos, además de que el olor es muy fuerte”, dijo.
Según comentó, el drenaje colapsado es una problemática con la que llevan lidiando años, y que hasta el momento no ha sido reparado.
“Sí han venido en varias ocasiones, abren y ponen un tubo delgadito y no tan ancho y pues claro que con la presión que hay aquí, muy rápido colapsa”, mencionó.
Rocío Meraz, habitante de las misma colonia, platicó que desde hace un año y medio, el Arroyo de las Víboras se ha convertido en una calle intransitable, pues no solo ha sido la problemática con el drenaje y la vialidad, sino también con la maleza que obstruye el camino.
“Siempre hemos sido un sector abandonado, siendo que es una calle muy transitada, pero ahora estamos peor, en ocasiones han venido a limpiar, pero este no es solo un problema de limpieza es más profundo, no es un problema, son varios”, señaló la señora Meraz.
En un recorrido que dio El Heraldo de Juárez, sobre la glorieta, se pudo observar como las yerbas y los montones de basura y tierra generaban un mal aspecto de aquella glorita también conocida como “El Monumento al Cigarro”, construida a finales de los años 90.
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