Es que hoy la radio compite por la atención de la gente; cuánto tiempo está conectada desde sus dispositivos viendo, oyendo y leyendo sus programas favoritos. Insisto en que no es que desaparezcan, sino que se están transformando totalmente. ¿Cuál es el reto de los medios hoy con la tecnología? Ir a la misma velocidad que la tecnología y no es tan fácil. Hay que aprender, analizar, diseñar y ejecutar alrededor de todo lo maravilloso que la tecnología ofrece.
Pero, además, hay que conquistar a las audiencias con contenidos que las atraiga; nada se logra sin grandes contenidos, esa es la otra parte del reto. ¿Ese cambio tan rápido es fácil para todos? No. Si hablamos de las audiencias, a los más grandecitos que no nacieron en la era digital y cuya población es mayor hoy en día, comparada con épocas anteriores, tienen el reto más difícil. El tema es de actitud porque esto va a una velocidad incontenible. Claro que todavía están al aire las cadenas radiales con sus frecuencias tradicionales y también existen radios, pero-como decía antes-la transformación es profunda e imparable. La consigna tanto para medios tradicionales.
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Hablar de María Clara Gracia es referirse a una periodista que ha vivido toda la evolución de la radio en Colombia y ha sido parte de ella con sus propios aportes; así lo demuestran los premios que ha obtenido. Desde ser reportera, la dirección de programas radiales y hasta la presentación de noticias en televisión, esta colombiana tiene mucho que contarnos y por eso hoy traemos su historia y su valiosísima opinión a nuestro medio.
¿Cómo fueron sus comienzos en la radio? Muy interesantes y convulsionados si se quiere. Hice mis prácticas periodísticas en radio cuando se grababan las entrevistas con grabadora de cassette, se tomaban notasen libreta, se recibían las noticias internacionales por Télex con grandes rollos de papel, se redactaban las noticias en máquina de escribir y se transmitía en reportería desde una unidad móvil o desde el teléfono fijo de la secretaria de nuestra fuente informativa. Era toda una aventura muuuy emocionante, llena de adrenalina. Además, fue a finales de los ochenta, cuando en Colombia se estaban asesinando a miembros de la Unión Patriótica, un partido político creado por las FARC y el partido comunista, y comenzaba a hacerse sentir toda la violencia de Pablo Escobar.
Colombia es un país de una profunda cultura radial ¿Qué tanto ha evolucionado? Muchísimo. Históricamente, tenía los espacios noticiosos de la mañana muy formales y rígidos si se quiere, más toda una programación de entretenimiento rica y diversa. Luego vino la tecnología con los computadores y un gran cambio del que me siento muy orgullosa como integrante del equipo que lo propició y con el que ganamos el premio de periodismo Simón Bolívar como “Mejor aporte original en radio”.
Con nuestra iniciativa logramos integrar música y entretenimiento a los formatos rígidos de noticias y, además, transmitir por frecuencia modulada-FM-, todo impensable ya que la FM era sólo para emisoras musicales. A partir de ese momento, toda la radio comenzó a “vestirse” diferente. Los cambios no pararon ahí. Vemos cómo globalmente los medios masivos como la radio y la televisión parecieran perder espacio. Yo diría que están sufriendo una transformación profunda. Aunque presenté durante unos doce años noticieros muy importantes de la televisión colombiana, mi pasión está con la radio, pero sin duda han ido migrando a ser medios de conversión, es decir, todos tienen audio, video, redes, web, información escrita. Es un esquema 360 porque incluye todo.
Así como la televisión conserva su esquema tradicional, ha ido moviendo su programación a otros formatos y a tener sus propias plataformas; la radio igual, porque emite la programación por sus frecuencias regulares, pero también la deja en formato de podcast, para que sus oyentes consuman esos contenidos a la hora que prefieran, además de generar mucha más información.