La cuarentena aplicada por la pandemia del Covid-19 durante los años 2020 y 2021, le dio un giro transcendental a la vida de María Alejandra Canónico Páez, una abogada e influencer venezolana que viajó en diciembre del año 2019 a los Estados Unidos con la intención de disfrutar la época decembrina con su familia, pero ante el cierre de las fronteras y la suspensión de los vuelos, se vio obligada a permanecer en suelo norteamericano y buscar un empleo para costear sus gastos.
La joven latina describe que su adaptación a la vida norteamericana fue muy fuerte y la califica como "un reto que he ido escalando poco a poco", añade que "llegar a los Estados Unidos como inmigrante nunca es fácil, pero creo que cuando estás claro de lo que quieres y trabajas por ello no importa dónde te encuentres. Yo si fui muy afortunada, a pesar de que los primeros meses en este país me tocó trabajar fuerte, como mesera y de delivery, cosas que no tenían nada que ver con lo que yo quería, pero tuve la suerte de coincidir con las personas correctas".
Una de las personas correctas a las que María Alejandra hace referencia es el influencer venezolano Marko, confiesa que tiene muchos años de amistad con el artista y narra que "en septiembre del 2020 nos encontramos en Miami y me ofreció trabajo como su asistente, a partir de ese momento el cambio se dio de un solo golpe; me integré en la producción de la película 'Martes de bendecidas' y me uní a su equipo de creación de contenidos, hasta el día de hoy que no solo trabajo con él, sino también tengo tiempo para mi crecimiento personal".
Inspirada por Marko, Mariale inició a crear sus propios contenidos, publicándolos en su cuenta en la red social Instagram @marialecanonico, en la que ya suma más de 278 mil seguidores. La abogada venezolana añade que "Marko ha sido mi maestro, mi mentor y mi trampolín para todo esto que estoy construyendo".
En sus publicaciones María Alejandra intenta ser lo más real y transparente posible, afirma que busca influir en las personas "de forma positiva, a trabajar por sus sueños y luchar por lo que quiere, también demostrarles que el hecho de que hagamos nuestra vida pública a través de una pantalla no nos hace diferentes, y si yo puedo, cualquiera puede, solo hay que trabajar por los sueños para poder lograrlos y ser siempre constante".