Uno de los que lograron salir con vida a la tragedia de los Andes es Roberto Canessa quien estará en Chihuahua capital para ofrecer la conferencia “Sobreviví a los Andes” que tendrá lugar en el Centro de Exposiciones y Convenciones el día 9 de mayo, a las 20:00 horas, y los costos para esta ponencia son, según información que aparece en la plataforma Don Boletón: VIP $1,320.00, Oro $1,090.00, Plata $860.00, y Bronce $635.00, el evento es para mayores de 12 años de edad.
La charla ofrece una inspiradora perspectiva sobre la resiliencia y la supervivencia, donde Canessa comparte su experiencia única al sobrevivir a un accidente aéreo en los Andes en 1972, explorando los desafíos extremos que enfrentó junto con sus compañeros.
A través de relatos emotivos, destaca lecciones de trabajo en equipo, determinación y superación personal, brindando al público una mirada profunda a la capacidad humana de enfrentar adversidades y encontrar esperanza en circunstancias difíciles.
Enfrentar desafíos con determinación, trabajar en equipo y encontrar soluciones creativas son lecciones valiosas para superar obstáculos contemporáneos, ya que la capacidad de adaptación sigue siendo clave en un mundo en constante cambio.
En aquella época era estudiante de medicina y tenía 19 años de edad, su prometida era Laura Surraco, hija de un médico. Canessa, junto con Fernando "Nando" Parrado, emprendió la travesía de 10 días a través de la cordillera de los Andes para buscar ayuda. No es debido a su gran fortaleza física por lo que sus compañeros lo apodaron "Músculo", sino porque tenía un carácter fuerte.
Así fue la tragedia en los Andes en 1972
El accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya ocurrió el viernes 13 de octubre de 1972, cuando el Fairchild FH-227D, un vuelo chárter que el día anterior había partido de Montevideo, Uruguay, con destino a Santiago, Chile, se estrelló en la cordillera de los Andes. El accidente aéreo y la supervivencia posterior se conocieron como tragedia de los Andes y milagro de los Andes, respectivamente.
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Mientras el avión cruzaba los Andes, las nubes cubrían las montañas y los pilotos creyeron erróneamente que la aeronave había sobrevolado Curicó, Chile, donde viraría al norte para iniciar su descenso al aeropuerto Los Cerrillos de la capital chilena. No se dieron cuenta de que las lecturas de los instrumentos indicaban que todavía estaba a entre 60 y 70 km de Curicó.
La aeronave transportaba a 5 tripulantes y 40 pasajeros, incluidos 19 miembros del equipo de rugby Old Christians Club, junto con algunos familiares, simpatizantes y amigos. Tres miembros de la tripulación y 10 pasajeros murieron por el impacto y cuatro personas fallecieron durante la primera noche debido a las gélidas temperaturas y a sus graves heridas. En las semanas posteriores fallecieron 12 más, entre ellos ocho por un alud de nieve.
Los 16 sobrevivientes sufrieron penurias extremas -como la congelación, la sed y el hambre-, que los llevaron a recurrir a la antropofagia. Cuando el clima mejoró con la proximidad del verano austral, el 12 de diciembre Nando Parrado y Roberto Canessa escalaron sin equipo un pico montañoso de 4650 msnm y descendieron hacia Chile, donde se encontraron con el arriero Sergio Catalán, que posibilitó su rescate el 21 de diciembre, tras recorrer unos 60 km.
El 23 de diciembre de 1972, 72 días después del accidente, se rescataron a los últimos sobrevivientes que habían quedado en el fuselaje, ya que no podían ir todos, por el riesgo de caída. Se llevaron primero a los heridos.
Publicado originalmente en El Heraldo de Chihuahua