Tony Cárcamo, pintor mexicano nacido en la ciudad de México, regresa a esta frontera por motivos de salud que ha vivido últimamente, después de estar una larga temporada en el Caribe mexicano.
Su gusto por el mar la natación y el buceo lo llevaron a conocer Quintana Roo, dónde a fines de 2009, la directora General del Estado (QEPD) de la Casa de la Cultura, vio sus pinturas y le ofreció que diera la clase de modelo para esa institución, donde se desempeñó como maestro de pintura para los alumnos de nuevo ingreso y para el grupo de avanzados, coordino el área de artes plásticas escenógrafo y maquillista para las diversas obras de teatro y baile de la misma escuela.
Durante ese tiempo realizó exposiciones individuales y con sus alumnos en el Museo de la isla de Cozumel, en galerías hoteles y restaurantes de Playa del Carmen, en Cancún y en Mérida. Los motivos de su regreso fue la violencia generalizada en todo el país, hasta que el destino lo alcanzó, en un viaje para entregar unas pinturas lo agredieron físicamente, motivo por el cual su familia y amigos temían por su vida, por esa razón se establece en esta ciudad, para seguir produciendo pinturas y trabajar en nuevos motivos de sus obras e imprimir atmósferas urbanas de su sociedad cosmopolita.
Recordar le causa nostalgia al haber estado al otro lado de la herencia de nuestra cultura mexicana, y contrastar la aridez parda del desierto con la enervante selva. Comenta que su vocación de artista la descubrió desde pequeño incitado por su hermano, fue ilustrados en las enciclopedias que estaba en el librero de su casa, que le cambió la perspectiva de su vida, leyendo y observando sus páginas, descubre un mundo con el que se identificó y se vio influenciado interiormente, explorando libros de arte y aprendiendo de ellos la historia de la pintura.
A los 9 años comenzó a pintar óleo de manera autodidacta, a los 14 años ingresó a la Escuela de artes Rembrandt, y tomó clases particulares con artistas. Con el tiempo incursionó en otros periodos de la herencia de la pintura y de su cultura física, practico deportes y música "guitarra clásica" definitivamente la pintura fue lo más motivante para él, las influencias de sus maestros siempre fueron enfocados al renacimiento barroco y romanticismo, a pesar que le atraía el arte moderno y le llamaba mucho la atención Nierman un pintor mexicano que diario iba a ver su obra en escaparates.
En 1978 emigró a Ciudad Juárez, donde pintó muchos cuadros para amigos, clientes, arquitectos y decoradores, lo mismo que murales en casas particulares de ambas fronteras, aquí tiene familia y un hogar donde trabaja en su taller. El ser humano ha expresado desde el arte rupestre, y se puede observar la evolución del desarrollo del progreso de la humanidad en las formas pigmentadas en la historicidad de la pintura en la colorización de la fotografía en movimiento, escenificadas en el teatro, por eso ha pintado felinos y otras especies terrestres o marinas, flores, edificios y gente, una sonrisa, un momento, lo que somos, lo que hacemos y muchas cosas más, plasmado en una pintura, la libertad del ser y nuestro hermoso planeta, la belleza del alma, el reflejo de nuestro tiempo. Relata que, en las prácticas de los estudios de la figura humana, para realizar algunas series, o pinturas específicas, se ha apoyado en la lectura en revistas especializadas en arte, libros, cine, y fotografías urbanas para conocer mejor el tema. Al pintar sus primeros desnudos descubrió que en realidad lo que más le gustaba pintar era el realismo clásico.