Ciudad Juárez.- A pesar del cierre en la frontera por la pandemia, loteros e importadores no han visto mermado su trabajo, ya que continúan con los trámites de importación de vehículos de manera habitual.
Lo anterior fue dado a conocer por Chito Cereceres, Presidente de la UIVAC, quien aseguró que actualmente continúan realizando cerca de 800 trámites de regularización por semana, lo que representa más de 3 mil vehículos al mes, según datos compartidos con la Aduana Fronteriza.
En el tema de la llegada de vehículos norteamericanos para su comercialización, dijo que esta actividad también continúa, aunque no cuentan con cifras exactas de cuántos automóviles han estado ingresando con el cierre de las fronteras.
Dijo que ellos siguen cruzando carros para su importación gracias a un permiso especial otorgado por el gobierno de los Estados Unidos y por la Aduana, lo que les ha permitido mantenerse, aunque bajaron sus ingresos.
“Es difícil, es más caro hoy para nosotros, no hay mucha oferta de vehículos en Estados Unidos, la demanda se ha incrementado y se encarece el producto”, dijo Chito.
Además, entre sus gastos, está el pagar a residentes o ciudadanos norteamericanos para que les ayude a cruzar los vehículos, pero pese a esto, continúan realizando los trámites de manera normal.
“No hemos perdido empleos en nuestra actividad comercial y gracias a la buena relación que hay entre la Aduana Fronteriza y La Aduana de Tornillo Texas no se paralizó está actividad”, agregó.
En el tema de los carros “chuecos”, dijo que esta actividad no ha parado, pero que esto es responsabilidad de las autoridades federales, con las facilidades que otorga la ley aduanera, pero continúan los altos aranceles.
“Hay mucho carro extranjero que no se puede regularizar, de hecho muchos ni los cotizamos por el alto costo”, finalizó.
Aunque las fronteras están cerradas para turistas con visa por vía terrestre, vendedores de autos se la han ingeniero para seguir comprando y trayendo vehículos norteamericanos.
Información compartida por un lotería, refiere que ahora viajan a los Estados Unidos vía aérea, a lugares como Atlanta u otros estados y de ahí se mueven a las subastas de autos.
Después, envían los vehículos a la frontera de El Paso-Juárez con “brincadores” y de ahí son cruzados a nuestra ciudad, dónde posteriormente son ofertados.
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