Las condiciones para el destino final de residuos no peligrosos han cambiado diametralmente en los últimos años, al grado de que cuando antes una empresa pagaba para que le retiraran la basura de sus instalaciones, ahora cobra por ello a pesar de que la mayor parte de los desechos no son reciclables, consideró Gibrán Solís, presidente de la Asociación de Recicladores de Ciudad Juárez.
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Explicó que años atrás las empresas pagaban para que les retiraran la basura o materiales de desecho, pero luego la situación cambió y procedieron a ponerle un precio para venderla a empresas encargadas de realizar la selección y hacer llegar a empresas que los reutilizan para la elaboración de diferentes artículos y productos.
Destacó que, con la presencia en el mercado de más materiales, sobre todo plásticos, con diferentes densidades y elaborados a partir de resinas variadas, ahora ha disminuido porcentaje el material que se puede reutilizar, por lo que cada vez es más la basura que tiene que disponerse en el relleno sanitario, de acuerdo con los lineamientos ecológicos.
Pero aún así se trata de productos más resistentes y que no son biodegradables.
Añadió que se ha puesto especial énfasis en controlar el uso de bolsas de plástico y popotes, pero no ocurre lo mismo con los desechos no peligrosos que genera la industria, que en toneladas es superior a los que salen de los domicilios particulares.
Gibarán Solís, como ejemplo de esto, indicó que al sur de la ciudad, en las cercanías de la glorieta donde termina el Camino Real, al sur del cruce de la carretera a Casas Grandes y hay unos terrenos donde se acumula material surgido de al menos ocho compañías y sólo una mínima parte de ellas reconoció la propiedad y participa en la limpieza y remediación del sitio.
Se logró identificar los materiales y a quién pertenecían, pero hay tres grandes empresas que no han querido hacer nada, bajo el argumento de que le pagaron a un tercero para la disposición y ya no es su responsabilidad.
De acuerdo con las leyes ecológicas federales y de disposición de residuos, la responsabilidad es compartida entre el generador y quien se encarga de darle el destino de reciclaje o final, pero hay quienes no quieren entenderlo así.
Añadió que los avances tecnológicos son buenos, pero en el caso de los materiales han provocado que se fabriquen con resinas cada vez más resistentes y, como consecuencia, con una vida mayor que pueden representar una contaminación más grande que la de los plásticos domésticos.
Dijo también, que registradas ante el Municipio hay 46 empresas recicladoras, pero de éstas 12 son de personas físicas que se dedican a otra cosa, pero se registraron como tales para ofrecer otros servicios a sus clientes.
Esto independientemente del número no cuantificado de quienes, en la clandestinidad, disponen de los desechos sin ningún control.
Hizo hincapié en que el cuidado del medioambiente es responsabilidad de todos, no sólo de quien en su hogar genera basura, sin que se difunda una cultura del reciclaje, que permita la separación de residuos para facilitar su disposición.
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