El padecer diabetes, hipertensión arterial o cualquier otra enfermedad sensible que determina el envío del trabajador a su casa durante la actual emergencia sanitaria ha provocado un incremento en los despidos en Ciudad Juárez, muchos no llegan a los tribunales laborales debido al temor de los afectados que prefieren callar y llegar a acuerdos con sus patrones sobre la liquidación, aunque esta sea menor a la que les corresponde.
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Así lo denunció el abogado laborista Cuauhtémoc Ortiz Estrada, quien indicó que el hecho de que por Decreto estén clasificados dentro de este grupo no es motivo de despido, sin embargo sí sucede.
Agregó que la situación económica actual de cientos de trabajadores con enfermedades crónicas, que en condiciones normales no les impiden trabajar, es crítica, porque quienes están en sus casas reciben apenas el 50 por ciento del salario que les corresponde, pese a que no acuden a trabajar porque no quieran, sino porque las disposiciones oficiales así lo establecen.
Comentó que regularmente se trata de personas de más de 50 años, que no son ocupadas tan fácilmente por motivo de su edad.
A esta condición, apuntó, ahora hay que agregar lo relacionado con su enfermedad, que coloca a hombres y mujeres en un grupo de personas que no van a ser aceptadas en la mayoría de las empresas.
Si las contratan, sobre todo en puestos en los que tienen que laborar directamente en las instalaciones de la empresa, van a tener que enviarlos a sus casas y pagarles un sueldo, parcial o total, lo que abona a las actividades de la empresa, por eso es que los contratantes prefieren no arriesgarse.
Se sabe que entre las enfermedades con mayor incidencia entre la población juarense están precisamente la diabetes y la hipertensión arterial, por lo que en una misma empresa, sobre todo ubicada entre las de mano de obra intensiva, pueden presentarse muchos casos así.
Estrada dijo que las autoridades laborales deben poner especial cuidado e inspeccionar a las empresas para comprobar que no se presentan despidos por estas causas.
Destacó también que desgraciadamente la autoridad laboral no cuenta con el personal suficiente para inspeccionar a las empresas y comprobar que no se afecte al trabajador con políticas de discriminación que establecen la imposibilidad de contratar a una persona por padecer alguna de estas enfermedades.
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