La pandemia ha propiciado que las personas encuentren en las bicicletas una opción segura de movilidad, y para aquellos que no les gusta llegar al trabajo sudados por el esfuerzo de pedalear, la bici eléctrica es una solución.
En 2015, Miguel Gallegos fundó casi por accidente la empresa MagnetX. El ingeniero sólo buscaba una opción para librar el tráfico capitalino en el traslado de su casa a su trabajo, que le costaba hora y media para recorrer 11 kilómetros.
La bicicleta redujo el recorrido a media hora, pero el esfuerzo lo llevó a integrarle un motor, lo que la hizo 30 por ciento más rápida. Después, un compañero del trabajo le pidió que le adaptara su bicicleta y esos fueron los albores de su empresa.
Tras el sismo de septiembre de 2017, en el que el transporte colapsó , Miguel se dio cuenta de la importancia de la bicicleta y surgió el plan de negocio.
El año pasado, el emprendedor comenzó con el prototipo para producir en masa el kit para la conversión. Se trata de un motor eléctrico que no provoca fricción, un controlador de última generación, con una onda senoidal que le da a la bicicleta 90 por ciento de eficiencia, cuando la mayoría de los equipos en el mercado ofrecen 82 por ciento; una batería que ofrece hasta tres horas de uso y una pantalla con velocímetro.
En entrevista con El Sol de México, Miguel refirió que entre las ventajas de esta solución respecto a las opciones que hay en el mercado es que resulta 50 por ciento más económica y que se adapta a prácticamente cualquier modelo de bicicleta.
“Es un equipo estándar. Le queda a 95 por ciento de las bicicletas, y se puede adecuar al resto. Otra ventaja es que es más barato encontrar refacciones por ser una bicicleta convencional”, contó.
En la Zona Metropolitana del Valle de México, añade, ocho de cada 10 hogares tienen una bicicleta guardada. Miguel vende el kit a 15 mil 900 pesos, la mitad de lo que cuesta una bicicleta eléctrica nueva, lo que cobra mayor relevancia en este momento, dada la necesidad de las personas de conservar la distancia al momento de trasladarse. “La crisis sanitaria elevó la demanda del producto 10 veces, la gente nos ve como una alternativa al coche y al transporte público por lo que está pasando”, contó.
Tras terminar el prototipo y pruebas, MagnetX lanzó 50 kits a la venta este año que esperaban vender entre enero y junio, pero para mayo ya se habían agotado.
La idea de Miguel es ir incrementando la producción, de 50 a 500, luego a cinco mil y seguir con el crecimiento. “Mi sueño es ver a todo mundo andar en bicicleta”.