El decreto de regularización, los altos costos en el transporte y el aumento en el precio de la gasolina en los Estados Unidos han ocasionado que en se dispare el valor de los vehículos de segunda mano que son comercializados en nuestra frontera.
Antes de la pandemia, un vehículo modelo 2000 en buenas condiciones ofertado en lotes de autos como La Curva de la Carlos Amaya, tenía un calos aproximado entre los $1,000 y $1,200 dólares.
Ahora, ese mismo vehículo tiene un precio promedio entre los $1,700 y $2,000 dólares, incluso hay lugares donde cuesta aún más.
De acuerdo con vendedores como José Luis Hernández, en EU los carros de subasta ya no son tan baratos como antes y en promedio, carros de ese año ya cuestan más de $1,000 dólares, en especial si son de 4 cilindros.
Por el aumento en el precio de la gasolina que en algunos estados es de $5 dólares por galón en promedio, los carros 4 cilindros son “muy peleados” por los mismos estadounidenses y no son fáciles de conseguir.
Esto se suma a los pagos que se deben de hacer para traerlo y cruzarlo a Ciudad Juárez, que son $500 dólares por el traslado y $300 por el “brinco”.
Además, por el decreto, muchos fronterizos e incluso personas provenientes de estados del sur, acuden a esta frontera a comprar carros de procedencia extranjera para meterlos a regularización y así revenderlos más caros en su lugar de origen.
José Luis aseguró que estás alzas seguirán, lo que podría mermar sus ventas.