El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), la voz de los directivos de las empresas más importantes del país, coincidió con el presidente Andrés Manuel Obrador al señalar que el país requiere construir un modelo de desarrollo basado en el libre mercado, pero que fomente el crecimiento con un enfoque social.
En su Propuesta IMEF 2020: Recuperación de la inversión y el crecimiento económico con enfoque social , consultada por El Sol de México, el organismo reconoce que los frutos del crecimiento no han sido distribuidos equitativamente y existen niveles de pobreza y desigualdad inaceptables.
Para el Presidente de México lo importante es que haya una mejor distribución del ingreso y que los beneficios lleguen a todos. “Puede ser que no se tenga crecimiento, pero hay desarrollo y hay bienestar, que son distintos”, dijo hace unos días, cuando se dio a conocer que en 2019, la economía mexicana cayó (-0.1 por ciento), por primera vez en una década.
El IMEF reconoce que el país está en un periodo de cambio profundo derivado de la última elección presidencial y que desde el gobierno se impulsa una política pública con énfasis en la reducción de las desigualdades y mayor justicia social.
“La nueva política pública social —destaca el IMEF— tiene un impacto positivo e inmediato sobre el bienestar y sobre la equidad y la justicia en México. Habiendo planteado lo anterior, estamos convencidos de que no hay combate a la desigualdad ni política pública social que sean sostenibles en el largo plazo sin crecimiento económico y sin la participación de todos los sectores”.
Frente a la perspectiva de un crecimiento de uno por ciento del PIB para este año y las malas condiciones que prevalecen para la inversión privada, lo directivos financieros de las empresas más importantes del país exhortan al gobierno a una conversación colectiva para crear un modelo de desarrollo.
Los modelos redistributivos apoyados sólo en la intervención del Estado, agrega el IMEF, no han funcionado y generan distorsiones que atentan contra el desempeño del PIB.
“La inversión pública se ha reorientado en buena medida hacia programas sociales y al fortalecimiento de la participación del estado en el sector energético. No existe espacio presupuestario para impulsar el crecimiento económico que México requiere con la inversión gubernamental”, señala.
En tanto, la inversión privada enfrenta condiciones desfavorables que se reflejan en una reducción importante, lo que afecta directamente a la actividad económica.
“Desde la perspectiva del IMEF, la construcción de un modelo de desarrollo basado en los principios del libre mercado, fortalecidos por una actividad empresarial socialmente responsable, representa el mejor camino para impulsar el crecimiento económico, apoyado en la inversión privada con impacto positivo”.
Advierte que el equilibrio de las cuentas públicas y la deuda son clave para preservar la estabilidad macroeconómica en el largo plazo. Pero en este escenario, de condiciones de expansión nula o baja, el margen de maniobra del gobierno federal para preservar la implementación de políticas públicas encaminadas a reducir la desigualdad social y regional es limitado.
Por eso, señala, se deben promover condiciones propicias para la inversión privada e impulsar un enfoque social responsable en la gestión empresarial.
“No puede promoverse un crecimiento sostenido e integral sin la inversión empresarial. La inversión productiva de las empresas debe fomentarse de manera decidida y ser acompañada de un impulso profundo al enfoque social de la empresa”, señala el texto.