Ciudad Juárez, Chihuahua.- El rescate de las tiendas de barrio con un programa que pretende poner en práctica el gobierno federal, con el establecimiento de apoyos crediticios especiales, no ha despertado el interés de los tenderos locales, quienes están más preocupados por los problemas de seguridad que enfrentan que por continuar una actividad, que, en muchos de los casos, representa una tradición familiar.
Además, como lo señalan algunos de ellos, la competencia con las tiendas de conveniencia que con frecuencia abren en sus barrios, provoca cada vez una reducción importante en su clientela.
Federico Rodríguez, propietario de la tienda de abarrotes “Jhonny” y Margarita Rodríguez Morales, propietaria de la tienda Nueva frontera, ubicadas en las colonias San Felipe Del Real y Durango, al poniente de la ciudad, señalan que sus negocios están rodeados por sucursales de Oxxo, Six e inclusive por un Smart y un Súper González, lo que hace que tengan que presentar una férrea competencia para salir adelante.
Estas tiendas de abarrotes tienen 38 y 39 años, respectivamente, de trabajar diariamente, incluidos los días festivos, ofertando a su clientela diferentes productos y agregando otros más para no quedarse en el camino.
Afirmaron que durante todo el tiempo que tienen en operación, nunca han recibido el apoyo de ninguno de los tres niveles de gobierno, al contrario, es frecuente la visita de inspectores de diferentes dependencias que buscan detectar irregularidades que no hay.
En ambos casos los actuales propietarios han trabajado en los negocios desde su niñez y juventud para sobrevivir a fuerza de esfuerzo, señalaron.
Federico Rodríguez comentó que más que dinero para salir adelante, necesitan tener la seguridad de que no van a ser víctimas de los delincuentes.
Dijo que hace unas semanas le tocó ser asaltado por dos sujetos, que se llevaron la venta del día a punta de pistola.
Respecto a la competencia comentaron que han tenido que diversificar la venta de productos, agregando, por ejemplo, alimentos preparados, en uno de los casos la venta de carne y misceláneos para conservar a la clientela que por años los ha seguido.
Aunque reconocen que mucha gente se va al supermercado que queda a unas cuantas cuadras.
De acuerdo con datos oficiales difundidos por los mismos corporativos, en Ciudad Juárez operan alrededor de 25 tiendas Oxxo, 83 Del Río, 9 Superettes, 75 Circle K, 155 Modeloramas, y 219 Six.
Aunque estos números cambian con frecuencia ante la instalación de nuevos negocios, que forman parte de estructuras bien definidas y con el respaldo de grandes corporativos.
Es precisamente Six uno de los negocios que más tendencia tiene a la sustitución de las tiendas de barriada a través de dos modalidades. El primero de ellos consiste en la renta de espacios para el establecimiento de los negocios, que son concesionados a terceros y el otro es el registro de propietarios de locales que rentan para convertirlas en nuevas tiendas.
En este caso según informes proporcionados por el corporativo, que depende del corporativo de la Cervecería Cuauhtémoc, y de los propios concesionarios, se requiere de un depósito en garantía de 50 a 70 mil pesos, en el que se incluye el costo de la primera dotación de abarrotes y cerveza, con una comisión del 8 al 10 por ciento en la venta de este producto.
Además de que la ganancia sea del cien por ciento en la venta de abarrotes.
Los gastos relacionados con la renta del local y pago de servicios, corren por cuenta del corporativo, que en la mayoría de las ocasiones es quien presenta a los interesados los locales que tiene disponibles para concesionar.
Las tiendas de abarrotes de barriada han dejado de existir en muchas colonias, sin que haya un registro oficial del total existente actualmente, aunque se estima que pudieran existir varios centenares, aunque con ventas suficientes solo para el sostenimiento de la familia, comenta por su parte Miguel Ángel Calderón Rodríguez, experto en materia económica.
Agregó que en Juárez las tienditas de barrio han sido minimizadas porque el comercio que fue creciendo de manera muy amplia, ha tenido mejores condiciones de manejo y las sustituyó.
Por eso en la ciudad se ven diferentes tipos de marcas que son, incluso cientos de tiendas que se localizan, en algunos casos, una casi detrás de la otra, altamente concentradas y han acabado con la tiendita de barrio que además está asociado al propio envejecimiento de la población que se dedicaba a este tipo de negocios y que dejaron de funcionar.
Habrá que ver en detalle cual es la propuesta del gobierno federal, que sea viable para recuperar estas tiendas de barrio, lo que se ve muy difícil en función de los términos de pago que obtienen a veces de los proveedores.
Este quiere que le paguen de inmediato, lo que o siempre se puede poder, lo que no hace que pueda ser viable la operación de un pequeño negocio.
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