Tras el ciberataque realizado a cinco bancos mexicanos, el gobernador de Banxico, Alejandro Díaz de León, indicó que hasta ahora el monto de transferencias irregulares es de aproximadamente de 300 millones de pesos.
Asimismo indicó que se tienen registrados cinco participantes con vulneraciones de ciberseguridad y que todos los ataques han sido dirigidos hacia bancos, casas de bolsa y otros participantes del sistema de pagos.
Día de León sostuvo que el sistema entra del SPEI que opera en Banco de México, no se ha visto afectado y no ha sido blanco de ningún ataque. “El sistema central opera de manera segura y eficiente como lo ha hecho desde su creación".
Además explicó que los atacantes han buscado vulnerar las conexiones de las instituciones con el SPEI, inyectando instrucciones de pago fraudulentas a partir de cuentas inexistente, lo cual afecta la cuenta transacciones de los participantes en el SPEI, pero no las cuentas de los clientes.
Los recursos de los clientes están seguros porque radican en un sistema separado con validaciones individuales por operación Banxico
Alejandro Díaz dijo que tres instituciones que se vieron afectadas denunciaron pero que es carácter privado, "no tenemos información de las mismas, pero la PGR ha sacado un comunicado que están ejerciendo sus facultades de investigación".
En tanto a si ha terminado el ciberataque, indicó que no lo saben pues necesitan terminar las pruebas para identificar las causas y el modo de ataque, para así verificar que ya está controlado.
También sostuvo que necesitan ver si hay riesgos de que hayan dejado un software, pues este podría generar un segundo ataque.
Hace unos días se dio a conocer que fondos de cinco bancos mexicanos había sido robados a través de "transferencias no autorizadas", declaró una alta funcionaria del banco central.
A lo cual posteriormente Banxico indicó que los problemas que reportan los bancos para conectarse con el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancario (SPEI) obedecían a un “ciberataque” en contra de las cuentas de esas entidades y cuya vulnerabilidad, reconoció, “no ha terminado”.
