Cubrebocas elaborados de manera artesanal, como una reacción ingeniosa frente a la escasez de este producto y a la pandemia del coronavirus, trasciende las fronteras y microempresaria que los fabrica recibe pedidos de Estados Unidos, por lo que ya piensa en la posibilidad de subcontratar gente para poder atenderlos.
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Eréndira Guerrero es la microempresaria que ve en el coronavirus una oportunidad para hacer negocio, lo que ya le reditúa un buen ingreso aparte de que hay empresarios de Estados Unidos que se contactaron con ella para pedirle no cientos, sino miles de cubrebocas de este tipo.
Inclusive se refirió a que un empresario de Houston le propuso comprarle 6 millones de piezas, lo que muestra el éxito que ha tenido su proyecto.
Dice que ella no cuenta con la capacidad para fabricarlos en serie, pero analiza seriamente la posibilidad de subcontratar a más gente, para poder cumplir con los pedidos en caso de aceptarlos.
Aunque también consideró que se trata de una moda pasajera que podría generarle un ingreso sólo por un tiempo determinado e invertir sólo para atenderla de momento, a la larga no sería redituable, por lo que va a analizar detenidamente si crece bajo este concepto o no.
La artesana, quien tiene su taller en casa, donde fabrica muñecas tradicionales mexicanas, de acuerdo a lo que le solicitan sus clientes, dijo que originalmente la idea de fabricar cubrebocas se dio como una necesidad al acudir a diferentes negocios y no encontrar los desechables.
De manera individual, a través de las redes sociales, estima que ha logrado colocar alrededor de 200 productos, los que vende a razón de 100 pesos cada uno.
“Tomé la decisión de fabricarlos con tela de algodón y en el proceso surgió la idea de bordarles diferentes frases, acordes con diferentes campañas y aquella que utilizan actualmente los jóvenes”, agregó.
Indicó que inicialmente sólo fabricó los que regalaría a sus familiares, amigos, hijos y nietos, pero uno de ellos tuvo la puntada de mostrarlos en sus redes sociales y ahí comenzaron a surgir los pedidos, con frases específicas, aparte de las que salieron de su ingenio.
“Quise utilizar frases chuscas porque entre las personas a las que se los regalé hay adolescentes, los que casi siempre son los más apáticos a protegerse”.
Aceptó que algunas están subidas de tono, utilizando un lenguaje que ella no acostumbra, pero que ha tenido éxito entre los jóvenes.
Como la que dice: “El coronavirus COVID 19 me la pe…” que es el que más demanda ha tenido.
Hay otros en los que se recomienda limón y tequila para enfrentarlo.
Todo esto tiene relación también con la cultura mexicana de burlarnos de todo, inclusive de la muerte, reconoció.
“Es de lo más común, como se expresan las gentes”. Dijo que luego que uno de sus hijos lo subió a las redes sociales para ver quien lo solicitaba, vino una novedad.
Dijo que las telas que utiliza no tienen nada en especial, simplemente que son de algodón y por lo mismo reutilizables luego de lavarlos.
Comentó que utiliza las mismas telas que utiliza para la elaboración de sus muñecas.
En su casa, ubicada en la colonia Margaritas, utiliza diversos materiales y todas sus ventas son a través de las redes sociales y en el caso de los cubrebocas inició con el proyecto hace apenas seis días, actualmente con una lista bastante extensa de pedidos.
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