Originario de la ciudad de Chihuahua, egresado del CBTIS, Víctor Sáenz ha logrado ascender en el sector maquilador hasta convertirse en vicepresidente de operaciones para México del corporativo TPI Composites, fabricante en nuestro país de aspas para generadores de energía eólica, de la que forma parte desde sus inicios en el 2001.
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El directivo señala que él inició en la compañía cuando ésta tenía el nombre de Vientek, en una alianza que existía entre TPI y la Mitsubishi, la que llegó a su fin por lo que tuvo que cambiar de nombre, pero con la fabricación del mismo tipo de producto en México, aspas para generadores de energía eléctrica aprovechando la fuerza del viento.
Indicó que él llegó con su familia desde los 12 años de edad a esta frontera, por ello es que se siente juarense en una ciudad que le abre las puertas a mucha gente, que nunca duerme y permite su desarrollo.
Antes de llegar a TPI trabajó en una maquiladora que fabricaba candelabros y lámparas de mesa, sin embargo, ocurrió la crisis que ocasionó que algunas empresas emigraran a China. Tuvo la suerte de que en el mismo año que se retiró la empresa llegó la compañía a Ciudad Juárez.
En la planta que cerró ocupaba el puesto de coordinador de nuevos productos en el departamento de ingeniería, con el ensamble de prototipos.
Agregó que el edificio que ocupaba la empresa era de las más grandes de la ciudad y se adaptaba para el tamaño de las hélices que se construirían.
Comentó que fueron contratadas 50 personas, que fueron enviadas a capacitarse en Estados Unidos para aprender la fabricación de las aspas y traerse la producción a Ciudad Juárez.
En aquel tiempo, indicó, fue contratado como ingeniero de procesos y una vez que se inició ya con los trabajos, al año lo promovieron a la gerencia de ingeniería, en los siguientes años llegó a las gerencias de Producción, Calidad y Técnica.
En este último puesto, cuando se dio el cambio de nombre, fue enviado a Estados Unidos y a Turquía, para arrancar nuevos proyectos.
Aclara que la empresa siempre fue TPI, pero aquí se llamaba Vientek y él fue contratado por el corporativo original y en esa calidad viajó a otros países.
Finamente le piden que se regrese para arrancar de nueva cuenta como TPI, para generar posteriormente otras más. Actualmente la compañía cuenta con 5 plantas en México, cuatro de ellas en Ciudad Juárez y existen planes para abrir una sexta.
Actualmente ocupa la vicepresidencia de Operaciones para México.
Comentó que empezó a trabajar en los 16 años en el sector maquilador. Su experiencia ha sido en las ramas automotrices, de electrodomésticos, electrónica y ahora en las aspas.
“Una de las causas por las que continuo aquí, no he cambiado, es porque elaboramos un producto especial, nadie más lo hace y muy poca gente en el mundo puede decir que se dedica a esto, el futuro, las energías renovables que aseguran un futuro para las familias”, añadió.
Cuando la compañía empezó fabricaba aspas de 27 metros y actualmente la más grande es de 65 y existen planes para abrir una planta en el que las aspas serán de 100 metros y más, pero ésta en la zona del Golfo de México.
Es un producto en constante cambio, que se elabora en el mismo lapso, gracias a la productividad alcanzada.
Este es un proceso que todavía es de tipo artesanal, a diferencia de otras empresas en las que se puede introducir la automatización. Por el proceso que se sigue es difícil que llegue a hacerse de esa manera. Es probable que llegue a automatizarse, pero todavía falta mucho tiempo, destacó.
Indicó que le gusta trabajar con la gente lo que califica como especial, con retos cada vez más fuertes.
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