Víctor Leaton Ochoa, nacido en Ojinaga, Chihuahua, en 1850, fue un polifacético inventor, activista y político. Aunque no es muy conocido en México, se le puede considerar uno de los mejores ingenieros del país gracias a sus numerosos inventos, que incluyen herramientas de uso común y un avión.
Desde 1901 hasta 1922, patentó una gran cantidad de inventos en diferentes países del mundo, como Alemania, Bélgica, España, Francia, Japón, México y Polonia. Entre sus inventos más destacados se encuentran una llave inglesa ajustable, un freno eléctrico para tranvías (que fue adquirido por una compañía estadounidense), una pluma estilográfica y una pluma con clip para bolsillo.
Uno de sus inventos más sobresalientes fue un molino de viento que generaba energía eléctrica a través de un dínamo que transformaba la fuerza del aire en electricidad. Asimismo, sus baterías tenían una capacidad excepcional que permitían almacenar suficiente electricidad para iluminar una casa o hacer funcionar pequeños motores.
Sin embargo, su invención más importante fue el "Ochoa Plane", un avión con alas plegables que inicialmente se montó sobre una bicicleta. Para desarrollar y producir este innovador avión, fundó la International Airship Company en Patterson, Nueva Jersey, y también era el presidente corporativo de Ochoa Tool & Machine Company en ese momento.
Periodista e incansable luchador social
Víctor L. Ochoa combinó su actividad como inventor con el periodismo y la política, fundando y dirigiendo periódicos como El Hispano-Americano y El Correo del Bravo. Además, fue líder sindical, minero y se postuló, sin éxito, para ser concejal de la ciudad de El Paso.
Su ingenio y dedicación hicieron de él un hombre destacado en su tiempo y su legado sigue siendo relevante en la historia de la tecnología.
Además, Ochoa fue un héroe de la Revolución Mexicana, ya que luchó contra el régimen de Porfirio Díaz y organizó un grupo de hombres para combatirlo. Tras una emboscada, logró escapar de las tropas bien entrenadas de Díaz y, durante dos años, se refugió en Fort Stockton, Texas, para evitar ser capturado por los caza recompensas.
En una ocasión fue detenido por violar las leyes de neutralidad de Estados Unidos. Sin embargo, Ochoa logró absolver los cargos y regresó a la frontera. Allí organizó otro grupo de hombres para continuar con sus actividades insurgentes y fue buscado por las autoridades mexicanas.
Se cree que Ochoa falleció en Sonora donde se desempeñaba como minero, en 1945. Su vida es testimonio de una mente inquieta y comprometida, que nunca cesó de crear y reflexionar.
Publicado originalmente por | El Heraldo de Chihuahua