Esa sensación de angustia que tienes cuando piensas en el evento al que todos tus amigos fueron menos tu es el FOMO (fear of mising out) que por sus silgas en inglés se traduce como “el miedo de perderse algo”.
En los últimos años este término se ha popularizado en redes sociales para describir ese sentimiento de estarse perdiendo de experiencias divertidas.
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El miedo a perderse algo
El Urban Dictionary define al FOMO como “una forma de ansiedad social, una preocupación compulsiva de perderse una oportunidad o un evento satisfactorio, a menudo provocada por publicaciones vistas en sitios web de redes sociales”.
El FOMO se vincula con la adicción a las redes sociales, pues lleva a las personas a revisar constantemente sus celulares con el fin de ver fotos y videos de las fiestas, eventos o lugares de los que se están perdiendo, lo que a veces alivia su ansiedad.
Al exponerse a las redes sociales para tratar de aliviar el FOMO, las personas ponen en riesgo su salud mental y se entregan al algoritmo, que mostrará contenido que puede provocar una sensación de felicidad momentánea o, por el contrario, sumirlas en ansiedad y angustia por no estar en cierto lugar
Algunos psicólogos atribuyen al FOMO como otra forma de adicción al celular, ansiedad social e insatisfacción que generan las redes sociales.
Con el cambio de Internet de ser una simple ventana a convertirse en un flujo continuo de conversaciones, sentimos cada vez más intensamente lo que nos estamos perdiendo, y este sentimiento se intensifica cuando no tenemos nada que compartir en las redes sociales por no salir o tener experiencias.
Pero el FOMO va mucho más allá de sentirse mal por no haber ido a una fiesta, también influye en los productos que consumimos, qué cosas elegimos para divertirnos y entretenernos.
Leemos libros, vemos películas y escuchamos música no tanto por el placer de hacerlo, sino para mantenernos dentro de un círculo social, en tendencia o solo por el hecho de consumir todo lo que se pueda con tal de no perderse de nada.
¿Cuándo surgió este término?
En los últimos años, sobre todo después de la pandemia por el Coronavirus, que dejó a todo el mundo encerrado en su casa sin la posibilidad de salir a eventos, la palabra FOMO se popularizó en internet para expresar el temor de perderse de algo, sin embargo, desde la década de los 90 ya se hablaba acerca de este fenómeno, cuando el psicólogo Dan Herman lo describió como “una sensación de ansiedad que surge cuando se percibe que otros están disfrutando de experiencias positivas de las cuales uno está ausente”.
Incluso la palabra fue agregada al Diccionario Oxford de inglés en 2013.
Además, en 2004 el escritor Patrick J. McGinnis utilizó la palabra FOMO en un artículo de opinión en la revista The Harbus y es a él a quien se le atribuye la creación del término.
Desde entonces, con las redes sociales, el FOMO es mayor, pues constantemente estamos bombardeados por imágenes, videos y demás publicaciones que muestran vidas perfectas y divertidas.
Por qué nos da FOMO y cómo superarlo
El estudio Motivational, emotional, and behavioral correlates of fear of missing out explica que el FOMO surge porque una persona no se siente bien con su vida, por lo que su origen es la infelicidad.
Los hallazgos muestran que las personas con bajos niveles de satisfacciones de las necesidades de competencia, relaciones y autonomía tienden a tener niveles de miedo más altos a “perderse de algo”, al igual que quienes tienen niveles más bajos de estado de ánimo y satisfacción con la vida en general.
En el estudio mencionan que “el miedo a perderse jugó un papel clave y sólido a la hora de explicar la participación en las redes sociales por encima de todo…” y que “las personas con un alto nivel de FOMO tendían a usar Facebook con más frecuencia inmediatamente después de despertarse, antes de acostarse y durante las comidas”.
Si te lamentas cada vez que entras a Instagram y ves las historias que subieron tus amigos de la fiesta a la que no fuiste o te enojas o sientes envidia porque no te invitaron a un evento, podrías tener FOMO.
Afortunadamente, existen algunas estrategias que puedes implementar:
Limita el acceso a redes sociales: Limitar el tiempo que se pasa en redes sociales, apagar las notificaciones o tomar pausas regulares puede ayudar a disminuir los efectos negativos del FOMO.
Haz una autoevaluación: Dedicar tiempo a analizar cómo nos impacta individualmente puede ayudarnos a encontrar formas más eficaces de manejarlo.
Practica la gratitud: Concentrarse en apreciar lo que ya tenemos, en lugar de obsesionarse con lo que nos falta, puede ayudar a combatir los sentimientos de "miedo a perderse de algo".
Busca ayuda profesional: En situaciones graves de miedo a perderse algo que obstaculizan seriamente la rutina diaria, puede ser beneficioso buscar ayuda de un experto.
Publicado en El Heraldo de Chihuahua