A partir de la pandemia del Covid-19, la ludopatía de diversificó y hubo un incremento de jugadores online y tras la reapertura de este tipo de negocios, los juegos de azar, tanto de manera presencial como a través de internet, elevaron la cifra de personas adictas al juego o apuestas, que a la fecha son más de 44 mil en la entidad.
La estimación de los Centros de Integración Juvenil refiere que antes de los primeros casos de Covid-19 en la entidad, en enero de 2020 se calculaban más de 30 mil jugadores, pero a la fecha se estima que son más de 44 mil.
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Debido a que las personas adictas a los juegos online apuestan sin estar sujetas al control social, muchas de estas personas que tuvieron que cambiar de modalidad continúan con este tipo de práctica.
Los juegos o apuestas por internet permiten que las personas jueguen desde sus casas y prácticamente desde cualquier lugar, sin ser observado, incluso desde oficinas o lugares de trabajo.
Por otra parte, para el jugador presencial, la adrenalina por jugar inicia desde que observa el lugar al que acude, llámese casino, casa de apuestas, entre otros.
El doctor Ramiro Vélez explicó que la ludopatía es una adicción que no implica el consumo de sustancias, pero el llamado "circuito de adicción" a nivel cerebral desarrolla la dependencia.
De esta forma, la adrenalina por ganar y el hecho de hacerlo (o no) provocan en la persona ludópata lo que provoca una sustancia en una persona consumidora.
Además, expuso que aunque no existe un consumo que afecte como tal al organismo, la ludopatía también repercute de muchas formas, incluso en la salud.
La persona jugadora compulsiva suele pasar horas en máquinas o juegos de apuesta, y gran parte de ello lo hace de noche, por lo que empiezan con un desequilibrio en el sueño.
Debido a que no pueden controlar la necesidad por el juego, estas personas dejan de dormir, para jugar toda la noche, provocando un deterioro con el tiempo.
Esta afectación se observa posteriormente en el desempeño en sus trabajos, que suele mermar.
Por otra parte, explicó que las personas jugadoras empiezan con problemas financieros, y en casos extremos pueden llegar a perderlo todo.
Citó que la ludopatía debe tratarse como una adicción, pues aunque comúnmente no se toma como una enfermedad, la realidad es otra, y muchas personas juegan sin poder poner límites a ello.
Publicado originalmente por El Heraldo de Chihuahua