Niko Liko, por su nombre de pila, Antonio Gaytán Muruato, fue un personaje emblemático de la comunidad fronteriza, quien durante más de cuatro décadas contagió con risas y ocurrencias a los niños de Juárez, colocándose como un gran referente del entretenimiento local en los 80’s.
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Lejos de su llamativo vestuario que se conformaba por una máscara tipo lucha libre en lugar del convencional maquillaje de payaso, Niko Liko era reconocido por la ciudadanía como una persona de carácter noble y gran corazón, además, el mejor amigo de los niños, pues tenía vocación por hacer reír a los otros con su personaje que llegó a muchas generaciones.
Los inicios de una leyenda
Antonio Gaytán trabajaba en la cabina del XEJ TV Canal, y su carrera como animador infantil inició con una cámara, un micrófono y la pasión por la comedia, así fue como hizo su propio espacio en la televisión local, pese a que no contaba con muchos recursos, su talento fue lo que lo impulsó a conquistar a la audiencia infantil fronteriza transformándose en un personaje hecho para niños.
Por supuesto, su carrera se vio con obstáculos, desde competir con otros payasos, hasta las burlas de la misma audiencia adulta y tener que ocultar su trabajo ante sus familiares para evadir las emociones negativas.
No obstante, fue su amor por su vocación, así como su perseverancia que lo llevaron lejos para superar cualquier reto y ganarse el respeto del público como un gran personaje de la televisión juarense.
Desde 1973 a 1992 condujo en tele su propio programa, el cual era popular no solo por la comedia, sino también por la peculiar y generosa acción de obsequiar pasteles a quienes lo veían; conectaba también de una manera especial con su público y permitía a todos mostrar su talento o participar en el show a través de saludos.
El 27 de marzo de 2021, con 81 años, Antonio Gaytán falleció y su muerte causó gran conmoción entre los ciudadanos, quienes lamentaron su pérdida y expresaron su gratitud por los recuerdos que Antonio había dejado dentro de la comunidad juarense.
Sin embargo, aún con el vacío que dejó en el corazón de muchos, Niko Liko es un personaje que vive para siempre, del que miles tienen historias por contar gracias a sus ocurrencias, cariño y amabilidad que inspiró y seguramente seguirá inspirando a nuevas generaciones de artistas.