Ciudad Juárez ha sido testigo de innumerables historias, una de las más peculiares es la del Loco Police, un personaje que, a pesar de su condición, se convirtió en un ícono de la ciudad.
A principios de 1940, este individuo comenzó a deambular por las calles del Centro Histórico de Ciudad Juárez: vestía ropas rasgadas y portaba un volante de automóvil como si fuera un timón .
Era común verlo por las calles fingiendo que conducía un automóvil e integrarse dentro del tránsito. Los conductores, de manera cordial le cedían el paso en los cruceros, ya que simulaba que frenaba y aceleraba como cualquier vehículo dentro de las calles.
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El Loco Police se dedicaba a pedir dinero para poder sobrevivir mientras vagaba por las calles del Centro de la ciudad.
Debido a su extravagancia se convirtió en parte del paisaje urbano de nuestra ciudad. Su figura contrastaba con el lujo ostentoso de los pachucos y el bullicio de los vendedores ambulantes, convirtiendo en un símbolo de la diversidad y autenticidad de la localidad.
A pesar de su aspecto el Loco Police era inofensivo y conocido por su amabilidad entre los transeúntes del Centro Histórico.
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El trágico final de El Loco Police
El Loco Police tuvo un tráfico final en las profundidades de una cisterna ubicada en las cercanías del Ayuntamiento, en el Centro Histórico de la ciudad.
Su cuerpo fue encontrado sin vida en estado de descomposición, tras caer accidentalmente dentro de un depósito de agua mientras intentaba llenar su ánfora con agua.
La noticia de su desaparición y posteriormente de su fallecimiento conmocionó a toda la comunidad juarense, quienes lamentaron la pérdida de este personaje tan característico. Sin embargo, su incidente generó un debate sobre las condiciones de vida de las personas en situación de calle y la necesidad de brindarles un apoyo y protección.
