La ciudad de El Paso, Texas, ha presentado casos de enfermedad por Virus del Nilo durante este verano, situación que tiene en alerta a las organizaciones de salud de este lado de la Frontera. Pero ¿qué es y por qué resulta preocupante la propagación de este virus de origen africano?
El Virus del Nilo Occidental (VNO) es un microorganismo que ha ganado notoriedad en los últimos años debido a su capacidad para causar una enfermedad que puede afectar a humanos y animales. Este virus, transmitido principalmente por mosquitos, ha emergido como una preocupación para la salud pública a nivel internacional.
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Su origen y su llegada a México
El Virus del Nilo Occidental fue descubierto por la medicina occidental en Uganda, África, en 1937. Desde entonces, se ha diseminado a lo largo de África, Asia, Europa y América del Norte. Se cree que la expansión global del VNO se debe en gran medida a la migración de aves infectadas, que transportan al virus por miles de kilómetros.
Por su parte, en Estados Unidos, se detectó por primera vez en 1999, y desde entonces ha causado brotes recurrentes. Mientras que en México fue en el año 2000 cuando se estableció oficialmente en México la vigilancia epidemiológica para esta enfermedad.
Sin embargo, de acuerdo a un artículo del Departamento de Arbovirus del Centro de Investigaciones sobre Enfermedades Infecciosas que corresponde al Instituto Nacional de Salud Pública fue hasta el año 2002 cuando se detectaron en México “los primeros casos en aves y caballos, en algunos estados ubicados en la frontera norte y en la península de Yucatán”, desde entonces las autoridades vigilan cuidadosamente la aparición de esta enfermedad, principalmente en regiones fronterizas.
¿Cuáles son los síntomas?
De acuerdo a información de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades los síntomas de este padecimiento varían según la gravedad del caso:
Entre el 70 y el 80% de los contagiados no presentan síntomas.
Mientras que una de cada cinco personas infectadas tendrán “fiebre junto con otros síntomas como dolor de cabeza, dolor en el cuerpo, dolor en las articulaciones, vómitos, diarrea o sarpullido”.
Además, algunos de los enfermos pueden tener secuelas como la fatiga y la debilidad semanas y meses después.
Y aunque “menos del 1% de las personas infectadas presentarán enfermedad neurológica grave como la encefalitis o meningitis (inflamación del cerebro o tejidos que lo rodean)”, en estos casos la enfermedad puede ser mortal. Siendo las personas mayores de 60 años las más vulnerables.
¿Cómo se contagia?
El principal vector de transmisión del VNO es el mosquito, o moyote. Cuando un mosquito se infecta al alimentarse de un ave portadora del virus, puede transmitirlo a humanos y otros animales.
Aunque los mosquitos son los principales culpables de la transmisión, también se han reportado casos raros de transmisión por transfusión de sangre, trasplante de órganos, transmisión vertical (de madre a hijo durante el embarazo) y por la leche materna.
Prevención y Control
La prevención del Virus del Nilo Occidental se basa principalmente en medidas para reducir la exposición a los mosquitos y evitar las picaduras. Esto incluye el uso de repelentes de insectos, ropa protectora, y la eliminación de fuentes de agua estancada donde los mosquitos ponen sus huevos, de una manera parecida a como se hace para prevenir el dengue.
Además de la prevención personal, los esfuerzos de control incluyen la vigilancia de la población de aves y mosquitos para detectar la presencia del virus, así como la aplicación de medidas de control de mosquitos a nivel comunitario, como la fumigación de áreas propensas a la reproducción de mosquitos.
El Virus del Nilo Occidental representa una preocupación constante para la salud pública en muchas partes del mundo y en México. Aunque la mayoría de las infecciones son asintomáticas o presentan síntomas leves, es fundamental estar informados y tomar medidas preventivas para reducir el riesgo de contraer la enfermedad.
Publicado originalmente por El Heraldo de Chihuahua