El 16 de octubre de 1909 Ciudad Juárez dio lugar a un hecho histórico importantísimo para El Paso, Texas y Juárez, pues se llevó a cabo la reunión entre Porfirio Díaz, en ese entonces presidente de México, y William Howard Taft, presidente de los Estados Unidos, siendo este encuentro uno que marcó simbólicamente las relaciones entre ambos países.
Contexto histórico en México y Estados Unidos
Durante el Porfiriato, a inicios del siglo XX, México tenía una economía estable y con un gobierno aparentemente adecuado, sin embargo, pese al desarrollo que tenía el país en cuestiones de infraestructura y economía, carecían de igualdad social y el descontento entre los mexicanos era evidente.
Por otra parte, el presidente Taft tenía planes de consolidar su influencia en la región, y buscaba asegurar sus intereses económicos en México, por lo que la reunión tenía como principal objetivo fortalecer los lazos tanto de cooperación como entendimiento entre países vecinos.
A través de ello se planeaba que la estabilidad política fuera más fuerte, pero también garantizaba a Estados Unidos su inversión dentro de México y mantener comunicación y relación cooperativas en cuestiones fronterizas como lo son el comercio y la migración.
Inicios de relaciones internacionales
La reunión comenzó con un encuentro entre ambos presidentes en los salones de la Cámara de Comercio de El Paso, para posteriormente cruzar el puente fronterizo hacia la Aduana de Ciudad Juárez.
Se destaca de la reunión un ambiente de cordialidad y respeto mutuo; los presidentes entendían y destacaban la importancia de formar y mantener relaciones bilaterales, así como la necesidad de resolver problemas en común, sin embargo, detrás ambos países tenían sus propios intereses y tensiones.
Aunque parecía que podría llegar a desatarse el caos debido a que Taft buscaba que México cumpliera con sus obligaciones financieras y que se comprometiera en cierta medida a proteger las inversiones estadounidenses, y por su parte, Díaz quería obtener el reconocimiento internacional de su gobierno y evadir intervenciones extranjeras, incluyendo la de Estados Unidos en asuntos internos del país.
Consecuencias de la reunión
Sin embargo, la reunión se concluyó con éxito, siendo vista como un logro en cuestión de relaciones internacionales entre México y Estados Unidos, pues con ello se consolidó la amistad y se sentaron bases para acordar cooperación.
Para México, en cuestiones económicas, fomentó la inversión estadounidense en sectores clave como lo fueron la minería y los ferrocarriles y aunque parezca irónico, esta situación aceleró el proceso revolucionario en México tiempo después que fortaleció a la oposición de Díaz y a su régimen.
Este evento histórico fue de gran relevancia por ser considerado con el paso del tiempo un punto de inflexión, que motivó a la caída del porfiriato e inicio de la Revolución Mexicana, así como también demostró la capacidad de México como un país capaz de establecer estrechas y beneficiosas relaciones con otros.
Es así como una simple reunión, incluso siendo un evento aparentemente aislado, consiguió tener consecuencias inmediatas y a largo alcance, recordándonos que la historia se maneja a su ritmo como un proceso dinámico que influye en el presente.