El famoso caballo Siete Leguas del icónico Centauro del Norte es un símbolo de México. Es de recordar que el caballo ha sido un fiel compañero de los hombres y lo ha acompañado en las labores agrícolas, como medio de transporte, en la milicia y en infinitos usos.
Lo anterior le da un toque de versatilidad y utilidad a este animal que no ocurre con los demás y Siete Leguas no se quedó atrás, ya que es un caballo que quedó plasmado en la Historia de México por su valentía.
Siete leguas es un personaje crucial dentro de la Revolución, ícono de 1910. Doroteo Arango, mejor conocido como Pancho Villa, era el hombre que montaba a dicho equino.
La historia narra que en cada campaña un soldado salía con su caballo y este animal era su compañero durante semanas o meses. Lo mismo sucedió con Pancho Villa, este revolucionario se encariñó con Siete Leguas y se hicieron grandes amigos.
Dicho caballo se convirtió también en su transporte permanente. Siempre andaban juntos, se generó un vínculo tan grande entre el equino y el Centauro del Norte que se hicieron amigos inseparables.
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¿Qué tipo de caballo era Siete Leguas?
Este singular equino era de raza criollo mexicano, hay quienes dicen que en vez de macho, Siete Leguas era una yegua alazana, este valioso animal tenía características que enamoran a cualquier amante de los caballos. Se destacaba por ser fuerte, valiente y cariñosa.
Esta yegua representó un baluarte fundamental en la vida del general Pancho Villa. Pues este no solo era su medio de transporte, también era su fiel compañera.
Algunos la llamaban "La muñeca" debido a su belleza, esta yegua tenía unos aspectos únicos que hacían que llamara la atención de la mayoría, y lo que más sorprendía era tanta resistencia y capacidad de aguante.
¿Cuál es el origen del nombre Siete Leguas?
El origen del nombre Siete Leguas tiene que ver con la distancia que recorría el caballo, ya que una legua equivale a 6 kilómetros y esa es la distancia que recorre un caballo promedio teniendo una productividad por caballo de 30 kilómetros diarios.
Sin embargo, en aquel entonces, los pueblos de México estaban construidos a la distancia de un día de camino a caballo.
Así es como Siete Leguas habla de su capacidad de aguante, dando lo mejor de si mismo, tanto en fortaleza como en fidelidad. Esto quiere decir que el alcance de Siete Leguas era sorprendente, ya que en vez de recorrer 30 kilómetros al día podía, recorrer 42 kilómetros.
Por esta razón cuenta la historia que luego de una campaña a través de la frontera con Estados Unidos, el Centauro del Norte tuvo que aumentar al doble la distancia que tenía prevista, con pocas provisiones y accesorios para acampar tenía que encontrar la forma de no quedarse a la intemperie en el voraz desierto.
Frente a este panorama toma el riesgo de regresar con su tropa al pueblo más cercano, ubicado a siete leguas. Desafortunadamente parte de su contingente tuvo que parar, puesto que los caballos se encontraban exhaustos.
Por su parte, el equino de Villa no rajó para nada, de allí en adelante este caballo quedó con su particular nombre de Siete Leguas.
Publicado originalmente por El Sol de Parral