¿Existe comida más honesta y sencilla qué la que se sirve en carretera?, La respuesta es, “No.” Tal y cómo llegó expresar en su momento el cronista y político chihuahuense José Cardoza Gamboa, quien en su vasta escritura se dedicó no sólo a recolectar historias ‘del Juárez de ayer’, sino también resguardar la memoria de otras municipalidades, al preocuparse, no sólo por narrar las grandes hazañas y proezas de sus hijos eméritos; sino preservar la tradición y vigencia de aquellas ‘Simples cosas’, como dicta la canción de Chavela Vargas, -que comúnmente pasan desapercibidas por la gente-, como sucede con los alimentos que se sirven sobre las laterales de la carretera, las paradas de autobuses o aquellos antojitos humildes de paso, como los asaderos de Villa Ahumada.
Y aunque su fama ha trascendido distancias entre el devaneo de toda clase de transeúntes, éste producto al igual que otros elementos culinarios han dado prestigio a la región. Al reflejar su producción lechera e inventiva local, reposada en la versatilidad y sabor del alimento; logrando activar económicamente al municipio por varias generaciones. Villa Ahumada se volvió punto obligado en el cruce de viajeros, apuntalando que la comida del Chihuahua, junto con el resto del Norte del país han sido grandes contribuyentes a la fama de la cocina mexicana en el exterior.
Un sabor del México posrevolucionario
Por todos es sabido que la necesidad es la madre de todas las grandes ideas, que su sola presencia ha alentado los más grandes descubrimientos, siendo el mundo culinario uno de los más beneficiados de su existencia. Por ello no es novedad que largas distancias, en conjunto con actividades inmediatas, originen platos tan increíbles como los ‘burritos’, los tacos o las ‘gorditas’, en el mismo modo ‘El asadero’, preparado por Josefa Sánchez, ama de casa y cocinera, que ante la obligación de alimentar a su familia de una manera sustanciosa y económica dio por accidente con este derivado lácteo.
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Cardoza Gaboa, redactó en sus crónicas, que transcurría el año 1918 en Chihuahua cuando la señora Sánchez esposa de un pequeño productor ganadero Saturnino Ramos, tuvo una sobre producción de leche, -la cual no quiso desechar-, sino que en el trajín de la faena diaria al fabricar quesos la mujer alteró el procedimiento sin proponérselo y en vez de quedar el producto regular, surgió de forma accidentada el asadero. Así mismo Sánchez tenía la costumbre de siempre probar cada artículo que cocinaba, descubriendo para su asombro, que había alterado la receta de sus quesos regulares resultado incluso mejor de lo esperado.
No obstante de aquella ocasión única se tienen pocos referentes, y se dice que el derivado lácteo trascendió al compartirse con otros, siendo los avecindados de Villa Ahumada los que propagaron la fama de dicho producto, sumando otros elementos al alimento en forma de platillos más elaborados como: ‘montados’, enchiladas con chorizo y un largo etcétera. Sin embargo fue la presentación de tortilla de harina recién hecha con asadero la que robaría la atención de propios y ajenos a la región.
Del paso a caballo al tren y el camión
Para aquellas personas que frecuentan el camino hacia Juárez hasta El Paso Texas, Villa Ahumada es un referente inevitable; por lo que los merenderos, cocinas económicas y vendedores ambulantes de burritos, montados y asaderos, se hicieron parte del paisaje vehicular habitual, entre los visitantes que debían hacer escala técnica en su destino..
En el pasado -Ahumada como también se le conoce a la localidad-, era estancia de descanso para viajeros a caballo, así como paradero de trenes durante las primeras décadas del siglo XX, en las cuales los interesados hacían un descanso para comer o alimentar a sus animales, surgiendo así la importancia de viandas ricas y rápidos de hacer, como recalca Pedro Nájera, gerente del restaurante “Las Bandidas”, quien comparte lo siguiente:
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“Ahumada floreció con el arte de la comida, la mayoría de la gente aquí se dedica de alguna forma a la preparación de alimentos, hay mucha producción lechera y ganadera, por lo que es imposible no aprovechar la carne y todo lo demás que ofrece la tierra. Sin embargo, aunque hay muchos otros platos extraordinarios como las chimichangas, los chiles rellenos y ahora las pizzas disponibles, la gente deja de lado todo ello para probar principalmente los asaderos en su forma pura.”
Según Nájera, la localidad debe su afluencia económica a tres factores: el turismo, la comida y la ganadería, que sin esos elementos no habría universidades y escuelas técnicas entre otros servicios, como ha pasado con diferentes poblados que pese a tener buena fama culinaria, -como los burritos de Coyame-, no han logrado despegar o convertirse en un clásico en el gusto de la gente.
El mismo Cardoza Gamboa, narra que desde los ex Dorados de Villa, Cristeros o gambusinos entre otros personajes han dejado algo de su esencia en la región, como se puede ver en la distribución urbana de la entidad y la importancia en la colocación de agostaderos para reses y caballos, estaciones de trenes, paradas de camiones y ahora gasolineras para abastecer a la gente de paso con un su mejor servicio; por lo que en el camino no ha sido difícil encontrarse a figuras célebres como Martín Luis Guzmán, Emmanuel o Manuel Mijares, experimentar la hospitalidad y gastronomía norteña acrecentando la fama del antiguo villorrio.
Receta: Rajas con asadero
Pedro Nájera gerente del restaurante ‘Las Bandidas’ nos compartió una sencilla receta para saborear el asadero en su máximo esplendor.
Ingredientes
● 350 gramos asadero
● 4 chiles poblanos o chilaca
● 1 taza de crema
● 1/2 taza de consomé de pollo
● Sal y pimienta
● Un poco de leche
● 1 lata pequeña de elotes
Preparación
Comenzamos limpiando los chiles y dorándolos un poco en el comal. Luego, los cortamos en tiras.
En un sartén colocamos el consomé de pollo y salpimentamos al gusto, esperamos a que hierva un poco y agregamos los demás ingredientes: elotes, crema, leche y las rajas.
Al final, apagamos la llama, ponemos el asadero encima y dejamos tapado hasta que se derrita lentamente. Listo.