La antigua Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar, ubicada en la avenida Hermanos Escobar, 3515, se ha convertido en lo que ahora son unas ruinas dejadas casi en el olvido en Ciudad Juárez.
Estas ruinas forman parte de las memorias en la historia de la frontera por los sucesos ocurridos en ella, como en el año 1967, tras los desacuerdos de los estudiantes con la política militarizada de la época que estuvieron casi a la par de los sucesos ocurridos con movilizaciones policiacas en las escuelas del resto del país.
En 1969, la Universidad Autónoma de Chihuahua firmó un acuerdo con el que ahora esta escuela pasó a ser la preparatoria Hermanos Escobar, reconocida por ser de alto prestigio entre los estudiantes que siempre llevaban las mejores calificaciones en comparación con otras preparatorias.
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¿Qué pasó con esta escuela?
Tras varios logros con los que se logró la obtención de laboratorio, instalaciones con mejores condiciones gracias en contra del Consejo de Directivo de la Asociación Civil, en 1977 se acordó que realizarían un paro hasta institucionalizar la escuela.
Esta huelga logró la fundación del Colegio de Graduados dentro de la ESAHEAC y se solicitó en 1979 al Gobierno Federal que ahora fuera reconocido como una universidad y sin ninguna respuesta, en 1983 se crea un conflicto con el movimiento estudiantil y la Asociación Civil.
Comienza la guerra
Fue para 1987 cuando la ESAHE pasó de formar parte de la Universidad Autónoma de Chihuahua por un convenio con la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y un grupo de estudiantes se puso en contra de la directiva de la escuela. Esto se extendió hasta noviembre de 1992, cuando tomaron las instalaciones.
Se relata que primero tomaron la cafetería, luego el patio, aulas y planta alta. En los medios llegó la noticia de que un movimiento fuera de lo usual estaba ocurriendo, ya que las puertas estaban selladas.
Fue de esta forma que las instalaciones de la Escuela Superior de Agricultura Hermanos Escobar cerraron sus puertas de manera definitiva el 13 de mayo de 1993.
Hoy en día, las ruinas de las instalaciones en la avenida con el mismo nombre y las que se encuentran en el que es ahora el Parque Central de Ciudad Juárez quedaron como un recuerdo de los movimientos estudiantiles en contra del gobierno y las asociaciones.