En prácticamente toda la ciudad se puede ver la icónica inscripción "Lee la Biblia" en el Cerro Bola de Ciudad Juárez, un hito religioso y social que continúa generando debate desde su colocación en 1987, ya que esta frase ha sido objeto de diversas interpretaciones y ha sido tanto apoyada, como criticada por los juarenses.
La idea inicial del pastor Gerardo Bermúdez al colocar esta frase, era la de unir a los cristianos que viven en Ciudad Juárez y pensó que este mensaje, al ser visto por todos, los invitaría a adentrarse a la religión leyendo la biblia, siendo un símbolo de unidad y de esperanza transmitiendo los valores basados en la fe.
Tras más de treinta años con esta leyenda en el Cerro Bola, la inscripción se ha convertido en un símbolo de la comunidad cristiana local, sin embargo, su presencia, en un espacio natural protegido, ha generado cuestionamientos no solo religiosos, sino ambientales, que sostienen la pregunta, ¿qué tanto daño ambiental ha ocasionado?
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¿Sin permisos para la leyenda Lee la Biblia?
A pesar de la relevancia de la inscripción, aún no se ha esclarecido públicamente si se obtuvieron todos los permisos necesarios para su colocación, aunque expertos legales han señalado que, dada la naturaleza del proyecto y la ubicación del Cerro Bola, es probable que se requirieran permisos municipales, estatales y federales relacionados con el uso de suelo, construcción, impacto ambiental y protección de áreas naturales.
Es por ello, que ante esta falta de claridad sobre los permisos para poder colocar la polémica inscripción, ha generado dudas sobre la legalidad de ella y ha abierto la puerta a críticas por parte de quienes consideran que se ha alterado un espacio natural sin las debidas autorizaciones.
Sin embargo, más allá de los aspectos legales, la inscripción ha generado un intenso debate sobre muchos otros temas:
- Pluralismo religioso: La visibilidad de un mensaje religioso en un espacio público ha sido cuestionada por quienes defienden la inclusión de todas las religiones practicadas en la ciudad.
- Impacto ambiental: La construcción de las letras y su mantenimiento a lo largo de los años ha generado preocupaciones sobre el daño al ecosistema del Cerro Bola.
- Patrimonio cultural: Algunos consideran que la inscripción desvaloriza el patrimonio cultural de los pueblos originarios que habitaron la región.
La inscripción en el Cerro Bola se ha convertido en un símbolo complejo y controvertido, ya que, si bien representa un mensaje de fe para muchos, también ha generado divisiones y cuestionamientos sobre su impacto en el entorno y en la sociedad.
