La famosa Mina La Prieta que durante 345 años estuvo en operaciones desde su descubrimiento en 1629 por el alférez real Juan Rangel de Biezma hasta su cierre 1974, se mantiene en pie como un símbolo de la identidad de los parralenses y de la cual se cuentan infinidad de historias que se han convertido en leyendas como la de “El Gorra de Hule”, un minero que perdió la vida trágicamente a causa de una explosión y según los relatos es un fantasma que avisa las tragedias en la mina.
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Las instalaciones de Mina La Prieta, que fue la que dio auge a la economía en toda la región como fuente de vida, hoy en día se encuentra convertida en museo como atractivo turístico de lo que dio origen al Real de Minas San Joseph del Parral en el reino de la Nueva Vizcaya y su objetivo es dar a conocer la minería de la zona que fue de gran importancia en la región a tal grado que la ciudad de Parral fue llamada la Capital del Mundo de la Plata.
Durante lo que fueron los 345 años de operación de la mina, se cuentan infinidad de leyendas de espíritus que deambulan entre sus túneles y pasillos, de mineros que murieron en el lugar y si no te da miedo tener contacto con estos espíritus de almas perdidas, podrás visitar el museo que se encuentra abierto al público de lunes a domingo de 10:00 de la mañana a las 17:00 horas, donde podrán realizar un recorrido guiado por el exterior con un costo de 38 pesos, pero si quieres vivir la experiencia de conocer las entrañas de la mina el recorrido interior tiene un costo de 65 pesos.
Es bueno saber que los túneles de la mina La Prieta son sitios sombríos, donde muchos trabajadores perdieron la vida de manera trágica y de acuerdo a los relatos populares, sus almas se encuentran todavía atrapadas bajo la tierra y según se cuenta una de ellas es la de "El Gorra de Hule".
¿Quién fue el minero apodado "El Gorra de Hule"?
La historia cuenta que “El Gorra de Hule” fue un minero que trabajó en Mina La Prieta hace ya varias décadas, aunque no se precisa la fecha exacta, puesto que unos dicen vivió en el siglo XIX y otros señalan que fue en los años veinte, pero la versión más acertada podría ser la primera, dado que, si utilizaba una gorra, no contaba con la protección de un casco como lo hacen los considerados mineros de la era moderna.
Este personaje todo hace suponer portaba todo el tiempo una gorra en la cual llevaba escrita la frase “Viva mi desgracia” y fue la razón por la que se hizo llamar entre sus compañeros como “El Gorra de Hule”, ya que además era muy común entre los mineros poner sobrenombres, ya fuera por su forma de vestir como en este caso, o por aludir a alguna característica o peculiaridad, así como por defectos corporales o circunstancias.
Se dice que “El Gorra de Hule” llevó una vida habitual al alcohol y la “pachanga”, por lo que era común que al término de su turno laboral en Mina La Prieta, salía y visitaba las cantinas que se ubicaban lo más cercano a su centro de trabajo.
También se habla que su gusto por la bebida fue la causa de su desgracia y en una de sus tantas negligencias durante sus labores, “El Gorra de Hule” prendió la mecha de un bombillo y se olvidó por completo de dar el aviso gritando “está pegado”, para que todos se retiraran del lugar y se resguardaran, ocasionando que tanto él como cuatro de sus compañeros perdieran la vida al momento de la explosión.
¿Cuál fue el castigo para “El Gorra de Hule” por su negligencia?
Por este incidente, la leyenda narra que “El Gorra de Hule” fue castigado a vagar eternamente por la mina, ya que tras su muerte surgieron los rumores sobre su presunta aparición en los túneles, sin embargo, cuenta la historia que sus apariciones no lo eran para asustar, sino todo lo contrario, el fantasma del minero tenía una encomienda mucho más importante y que era la de salvar vidas.
El castigo por la negligencia donde él y cuatro de sus compañeros perdieron la vida, fue manifestarse cuando estuviera por ocurrir un siniestro de gran magnitud en las instalaciones de la mina, como un derrumbe, una explosión o un accidente, para de esta forma alertar con su presencia a quienes ahí se encontraban.
Aseguran que el espectro de “El Gorra de Hule” de esta manera ha logrado salvar muchas vidas antes de una tragedia y su misión sigue siendo deambular por los tiros, túneles y pasillos subterráneos de la mina, para avisar a través de sus apariciones de todo acontecimiento que pudiera poner en peligro vidas humanas.
También se menciona que, al momento de aparecerse en las entrañas de la tierra, anuncia su llegada con un viento frío, para después observarse a lo lejos con la débil luz de un “quinqué”, que es una lámpara de aceite utilizada por los mineros de antaño para tener visibilidad al interior de la mina.
Además, quienes han sido testigos de sus apariciones describen escuchar un desgarrador y escalofriante alarido, esto como la señal de que hay que salir corriendo de inmediato del lugar para poder ponerse a salvo de una tragedia.
Historias como está se han convertido en leyendas en Mina La Prieta que dejó de operar en 1974 debido al bajo costo del mineral en el mercado, pero también porque se llegó al punto en que la empresa era más el agua que sacaba que el mineral.
Para quienes deseen conocer más sobre la historia de Mina La Prieta y sus leyendas, pueden acudir a sus instalaciones ahora como museo, donde guías de turistas atienden a todos los visitantes para ofrecerles todo un panorama de lo que fue la minería que dio origen a la ciudad de Parral, con un servicio de información especializada y profesional.
Publicado en El Sol de Parral
