Nace frente ecológico contra mina de Canadá

Alrededor de 100 ingenieros, biólogos, antropólogos, arqueólogos y médicos buscan frenar su explotación

Héctor Tovar

  · lunes 9 de septiembre de 2019

CausEl frente de lucha contra la mina, organizó el pasado domingo una caravana en protesta por la apertura en Samalayuca / Olga Casas

Ciudad Juárez, Chihuahua.- Con el firme propósito de frenar la llegada de la mina La Gloria a Samalayuca, nace en Ciudad Juárez el Frente Ecosocial Paso del Norte, integrado por más de 100 ingenieros ambientales, biólogos, antropólogas, arqueólogos, médicos, especialistas en medicina del trabajo y docentes.

Todos, son oriundos de Ciudad Juárez, Samalayuca, Villa Ahumada, Villa Luz y El Paso, Texas, preocupados por el daño ambiental que pudiera traer la puesta en marcha de esta mina, cuya explotación principal sería el cobre que hay en el subsuelo del poblado, ubicado a 40 kilómetros de esta frontera.

Lydia Graco, encargada de la Comisión de Vocería, recalcó que, además, cuentan con el apoyo del Colegio de Arquitectos, lo que demuestra la preocupación de la sociedad en general ante este difícil tema, que ha dividido opiniones a favor y en contra.

La activista señaló que, aunque el Presidente de Samalayuca, Javier Meléndez, ha asegurado que todos los ejidatarios están a favor de la llegada de La Gloria, los campesinos y pobladores están en contra, ante el temor de que se contamine y se termine el agua del bolsón, que abastece a toda la región.

Ante esto, acordaron realizar una caravana que partió a las 3:30 de la tarde del domingo con destino a Samalayuca, dónde llevaron a cabo un conversatorio para informar sobre las afectaciones que traería la mina en el aire, suelo y agua del poblado.

"No están de acuerdo con una mina porque se va a acabar su agua, ellos son campesinos y agricultores, el acuífero de Samalayuca, según el Diario Oficial de la Federación, está al límite y no tiene capacidad para ningún otro tipo de proyecto", manifestó.

Además, se afectaría el patrimonio histórico y arqueológico, porque dónde será instalada la mina, hay zonas de petrograbados y cerámica, así como registros humanos milenarios, que con la dinamitación podrían acabar con todo el registro arqueológico.

En cuanto al daño atmosférico, dijo que al hacerse dinamitaciones de este tipo, metales pesados se van a elevar al cielo y con los vientos, es muy probable que el cadmio y plomo, entre algunos otros, lleguen a Ciudad Juárez y El Paso.

A su vez, la flora y fauna se verían amenazadas al ser endémicas, ósea, que solo se dan en este lugar del mundo, por lo que un proyecto de este tipo, es muy probable que habrá de afectarnos a nosotros como seres humanos, aunado a los daños en la salud humana.

"Esto es un asunto de supervivencia, está en juego nuestra vida y el agua, esta mina contaminaría Ciudad Juárez, El Paso, Villa Ahumada, Nuevo Casa Grandes y Nuevo México", finalizó la activista.

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