César Fierro es un hombre cuya historia es un ejemplo de la injusticia que se vive diariamente no solo en México y Estados Unidos, sino en todo el mundo, siendo este juarense víctima de las autoridades estadounidenses y mexicanas cuando fue forzado a tomar responsabilidad de un delito que no cometió.
Su historia ha inspirado documentales, reportajes y libros, por lo que a día de hoy se le reconoce como un luchador social de Juárez, cuyos derechos humanos fueron violentados y ha conmovido a la comunidad, generando una amplia discusión sobre la importancia de la justicia y reparación integral de las víctimas.
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¿Cuál fue la historia de César Fierro?
Como muchos juarenses, mexicanos o latinoamericanos que buscan una nueva vida en Estados Unidos, César Fierro cruzó la frontera desde Ciudad Juárez en 1979, año en que su vida cambió para siempre.
Al cruzar al país norteamericano, Fierro fue detenido por las autoridades estadounidenses acusado de tráfico de drogas, pero esto no quedaría solo ahí, ya que poco tiempo después, también fue acusado por el asesinato de un taxista, y aunque en incontables ocasiones se declaró inocente de esos delitos, fue forzado por la Policía Mexicana a declararse culpable.
Las amenazas que César Fierro recibió involucraban a su familia, así como torturas físicas y psicológicas hacia él, que finalmente lo obligaron a aceptar en contra de su voluntad que había sido el responsable de tráfico de drogas y homicidio. Por estos crímenes, el juarense fue sentenciado a la pena de muerte, siendo encerrado en el corredor de la muerte en una prisión en Texas, sin embargo, su caso fue apelado en muchas ocasiones gracias al trabajo de sus abogados, y así, el tiempo fue pasando, hasta cumplirse los cuarenta años.
A pesar de las súplicas de su familia con la policía del estado de Chihuahua, jamás lograron obtener el apoyo de las autoridades mexicanas, hasta que finalmente, Fierro fue liberado en el año 2020 tras por fin comprobarse su inocencia y desde entonces, ha estado intentando adatarse nuevamente a su vida común, después de que le arrebataran gran parte de ella.
El renombramiento del parque Bellavista
El pasado dos de noviembre, y tomando en cuenta la recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el parque Bellavista de Ciudad Juárez podría ser renombrado como "César Fierro", siendo así una manera que tendría el gobierno de disculparse con esta víctima de la injusticia.
Y aunque María Eugenia Campos, gobernadora de Chihuahua, y Cruz Pérez Cuéllar, alcalde de Ciudad Juárez, no tuvieron relación con los gobiernos de 1979 que colaboraron con la inculpabilidad de César Fierro por esos delitos, la presencia de ambos podría ser un simbolismo y un mensaje de no tolerancia a los actos de tortura, con él y el resto de su familia, y las posibles próximas victimas de injusticias que pudieran existir.
