Las paletas de hielo se han convertido en una de las golosinas de mayor tradición y preferencia en la población, sobre todo en tiempo de calor, ya que además de refrescar el cuerpo al instante, la variedad de sabores es inmensa.
El origen de la paleta de hielo se convirtió en un accidente, ya que la historia comenzó en Oakland, California, a cargo de un pequeño de 11 años de edad.
Era el año 1905, Frank Epperson realizó una mezcla de agua y soda en polvo, la cual resolvió con un palillo de madera; sin embargo, el niño olvidó la bebida en el porche de casa.
Al día siguiente, cuando se percató de que había olvidado la mezcla en dicho sitio, se dio cuenta de que la bebida se había congelado con el objeto de madera adentro, sacó el dulce, comenzó a degustar y emocionado por su invento decidió llamarlo “epsicle”.
Con el paso del tiempo, Frank comenzó a vender el producto y fue hasta 1923 que lo patentó, no obstante, fueron sus hijos que cambiaron el nombre a “popsicle”, actual nombre en inglés.
Actualmente la base de las paletas puede ser de leche y/o agua, además existe una gran variedad en cuanto a sabores, formas y colores, además se pueden complementar con elementos como cereales, pulpa de fruta, semilla, licor, chocolate, entre otros.