Para hablar de héroes que salvan al mundo, no necesariamente debemos de acudir a la ficción, puesto que en este mundo existió un hombre llamado Stanislav Petrov, quien evitó la tercera guerra mundial la cual pudo destruir el planeta.
Y es que probablemente por ser ruso, su nombre no se guardó en los libros historia, debido a que fue durante la guerra fría cuando estuvo por ocurrir la tan temida guerra nuclear entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Te puede interesar: ¿Hubo traición?, así le declaró la guerra Rafael Caro Quintero a ´El Chapo´
El día que casi comenzó la tercera guerra mundial
El incidente que casi desata una guerra nuclear ocurrió en 1983, cuando la Guerra Fría entraba en su etapa definitiva y los Estados Unidos de Ronald Reagan empujaba a la Unión Soviética al colapso que sobrevendría pocos años después.
En una base secreta en Moscú, Petrov observó una pantalla con mucha preocupación. El radar le indicaba que un misil nuclear había sido disparado desde territorio norteamericano. Lo siguiente que debía hacer el oficial era informar de inmediato sobre la agresión a sus superiores.
Aquel día, en un centro de comando de Moscú, Petrov recibió la información de que los Estados Unidos habían lanzado misiles balísticos intercontinentales portadores de armas nucleares con dirección a la capital soviética.
Su trabajo era reportar cualquier ataque detectado, por lo que sus superiores comenzarían con la respuesta y con esto comenzaría la tercera guerra mundial, en un momento en que tanto Estados Unidos y Rusia, estaban ansiosos de poner en acción su armamento nuclear.
El oficial tuvo solo unos pocos minutos para tomar una decisión hasta que finalmente interpretó que los datos no podían ser ciertos y los descartó.
Por fortuna para él y para el resto del planeta, su deducción era correcta, ya que de no haber reportado un ataque verdadero, muy probablemente habría sido asesinado o recibido una increíble condena.
Stanislav Petrov no se consideraba un héroe
Durante años, Petrov mantuvo el secreto. Fueron ocho años sin contar la historia, en un país comandado por el miedo y la persecución. Ni siquiera se lo narró a su esposa o a sus hijos cuando días después regresó a su hogar. Tal el hermetismo. Solo salió a la luz en 1991, cuando colapsó la Rusia comunista y terminó la Guerra Fría.
Sin embargo, pese a salvar al mundo de una devastadora contienda atómica, el modesto ex soldado vivió en una pequeña ciudad en las afueras de Moscú y murió en relativa oscuridad el 19 de mayo de 2017. En 1984, Petrov se retiró de su deber militar y se estableció en la ciudad de Fryazino, al norte de Moscú.
El régimen soviético lo distinguió "por su aporte a la Madre Patria" en secreto, pero por vergüenza jamás hizo público el incidente. Pero ayer, un galardón póstumo tuvo lugar en el Museo de Matemáticas de Nueva York, donde el ex secretario de las Naciones Unidas, Ban ki-Moon, encabezó la ceremonia.
➡️ Recibe las noticias más relevantes de Chihuahua, Juárez y Parral directo a tu correo electrónico. ¡Suscríbete a nuestro Newsletter!
"Es difícil imaginar algo más devastador para la humanidad que una guerra nuclear total entre Rusia y los Estados Unidos. Sin embargo, esto pudo haber ocurrido por accidente el 26 de septiembre de 1983, si no hubiera sido por las sabias decisiones de Stanislav Yevgrafovich Petrov. Por esto, merece la profunda gratitud de la humanidad", señaló el diplomático de acuerdo al diario inglés The Sun.