“Que a pesar de las adversidades no hay que rendirse”, es el mensaje que Rocco, es un pastor alemán albino que tiene parálisis desde hace un año, envió durante su participación en la carrera “Córrele que no te Alcáncer” 2020, que se realizó ayer en la Plaza de la Mexicanidad.
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Rocco tiene 10 años y utiliza una silla de ruedas, la cual vino a darle la motivación para seguir adelante.
“Definitivamente les quiere decir que no se rindan sin importar qué adversidad tengan, porque la vida es una y hay que vivirla con las condiciones que nos toquen”, expresó Jesús Navarro, dueño de Rocco.
Navarro dio a conocer que su perro presentó desde hace un año problemas con sus caderas y después de columna hasta quedar paralítico de la cintura para abajo.
“Yo con Rocco tengo 10 años y ha sido un perro muy bonito, fue mi primer perro, yo no sabía que esta raza tenía este tipo de problemas, hace un año presentó problemas con sus caderas, después con la columna, lo que le causó una parálisis de la cintura para abajo”, explicó.
Destacó la adaptación que ha tenido su mascota a este nuevo estilo de vida, de utilizar una silla de ruedas para poder desplazarse.
“Pensé que no se iba adaptar a su nuevo estilo de vida, pero lo hizo muy bien, es la primera carrera que corremos, porque tenía muchas ganas de que la gente viera que si él le echa ganas, todos le podemos echar ganas”, indicó.
“Es un perro que no se rinde, que me ha enseñado a ser perseverante, a luchar contra las adversidades y soy una persona muy feliz de tenerlo, me gusta mucho cuidarlo”, añadió.
Jesús Navarro dio a conocer que la silla de ruedas le costó más de trescientos dólares y la utiliza a diario.
“Después de la silla de ruedas todo volvió a la normalidad, entre comillas, ya pude volver a salir con él, su estado de ánimo mejoró muchísimo, empezó a comer bien, empezó a ser juguetón, porque sí hubo una temporada donde estuvo muy triste”, mencionó.
“Lo disfruto mucho, disfruto volver a correr con él, porque hubo una etapa, cuando su enfermedad empezó no tenía los conocimientos para cuidarlo, sacarlo sin lastimarlo, sin hacerle algo y ahora corre todos los días”, resaltó.
“La silla era muy cara, entonces tuve que juntar primero dinero para conseguirla, son más de trecientos dólares y se adaptó desde el primer día, afortunadamente no la rechazó y desde el primer día empezó a correr, juega con su silla, no la puede traer todo el día porque se puede lastimar, se puede voltear, pero todos los días la usamos”, finalizó.
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