Ciudad Juárez, Chihuahua.- El Salón de la Fama de la Lucha Libre Juarense recibió a sus primeros seis huéspedes, María Dolores “Lola” González, Rocío Urbina, Sergio Sarabia “Sergio El Hermoso”, Miguel Ángel Delgado “El Cobarde”, Jesús Nájera “Fishman” y Enrique Vela López “Chino Chow“, en emotiva ceremonia que se realizó el pasado fin de semana.
Abarrotado lució el nuevo nicho de los inmortales, a pesar del fuerte viento y la lluvia que se registró el pasado viernes.
El Salón de la Fama de la Lucha Libre Juarense se encuentra en la calle Libertad, frente al Parque de La Chaveña.
Rocío Urbina y su esposo Sergio Sarabia “Sergio El Hermoso” develaron su placa, mientras que de que Dolores “Lola” González fue su sobrina.
Las placas de Miguel Ángel Delgado “El Cobarde”, Jesús Nájera “Fishman” y Enrique Vela López “Chino Chow” fueron develadas por sus hijos, quienes se mostraron orgullosos por el reconocimiento a la trayectoria de sus padres.
El luchador Trovador Solitario fue encargado de leer la trayectoria de cada uno de los galardonados.
En el evento estuvieron Ramón Galicia Chávez, propulsor de este nuevo recinto de los inmortales de lucha libre y Fidel Urrutia, presidente del Salón de la Fama del Deportista Juarense, además de luchadores y familiares y amigos de los inmortalizados.
Los seis primeros entronizados fueron reconocidos por darle gloria a Ciudad Juárez en el ámbito nacional e internacional.
“Es muy bonito que nos hayan tomado en cuenta, soy nacido aquí deportivamente, siento muy bonito que nos tomen en cuenta como los primeros grandes luchadores reconocidos a nivel nacional y yo a nivel mundial”, dijo Sergio El Hermoso.
“Lo más grande que me dejo fue luchar con todas las grandes estrellas, en muchas partes del mundo, fue muy bonito luchar en las grandes arenas”, agregó “El Hermoso”, quien se casó con Rocío Urbina.
Urbina expresó “una de las cosas por la cual fue elegida, es porque yo y Lola González somos la primera generación de luchadoras hechas en Ciudad Juárez, recorrí a nivel república mexicana”
“Disfrutaba el luchar, el demostrar que era lo que yo había aprendido en la escuela de Gory Guerrero, no importaba si ganaba o perdía pero el luchar, ver a la gente como gozaba, como salía realizada de la lucha por hacer visto el espectáculo, porque en aquellos años eran luchas maravillosas”, resaltó.