Ciudad Juárez.- Monterrey tuvo un paseo por Ciudad Juárez. El equipo regiomontano manejó a placer los tiempos del partido contra Bravos, pisó el acelerador para tomar ventaja, aflojó por un lapso y posteriormente se puso serio para liquidar el partido con un contundente 1-6 y así embolsarse con total justicia los tres puntos.
Los dos centros delanteros de La Pandilla brillaron con un doblete cada uno; Funes Mori y Janssen salieron con la mira derecha. Ponchito González colaboró con una anotación y el joven Alvarado cerró la cuenta ante unos bravos que fueron todo menos eso y apenas se hicieron presentes en el marcador con un tanto de Darío Lezcano.
Desde que la pelota rodó, fueron los regiomontanos los que impusieron condiciones y apenas en dos minutos de juego ya habían puesto dos pelotas en el travesaño, pero eso solamente sería el aviso de lo que estaba por venir.
Después de mucha insistencia y asfixiar al conjunto local en su propio terreno, Janssen le puso el número a la casa al aprovechar un balón que el Mellizo machucó a segundo poste y darle el pase a la red.
El festín regio siguió con González. El mediocampista se asoció con Maxi Meza, quien habilitó a Ponchito para que este a su vez fusiliara a Palos en su intento de achicar.
Con la ventaja, La Pandilla se relajó un poco y vinieron los mejores momentos de Bravos. Darío Lezcano -como siempre- trató de sacar la cara por los suyos al aprovechar un rebanon de Meza. El paraguayo quedó mano a mano con González y definió por encima suyo. Juárez recortaba distancias y se iba al descanso con vida en el encuentro, misma que se esfumó en cuanto empezó la segunda mitad.
Monterrey salió al complemento decidido a liquidar las acicones y asi lo hizo. Apenas volvían de los vestidores cuando el Mellizo Funes Mori ya había conseguido su primer tanto del juego al sacarle provecho a un error defensivo de los Bravos en un despeje kilometrico.
Poco después de eso, Janssen también firmó su segundo gol con un tiro fuera del área que, gracias a un ligero desvío, resultó inalcanzable para Palos. Ya era goleada en la frontera.
Con los cambios, los albiazules no se vinieron abajo, por el contrario, entraron elementos con el peso de un Dorlan Pabón que se presentó con una asistencia para que Funes consiguiera su doblete al tenderse de paloma con el arco a su merced.
Ya sobre la hora, el joven José Alvarado puso cifras definitivas. Con una gran técnica individual, bajó la pelota con el pecho, eludió su marca para entrar al área y definir con un potente zapatazo cruzado.
Así, Monterrey reivindicó un tanto la mala imagen que dejó el pasado fin de semana y tuvo una actuación acorde a lo que se espera de su poderoso plantel.
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