Porque no todas las noches decembrinas son de paz y amor, desde hace 20 años la compañía de teatro Los endebles se ha dedicado a contar novedosas y tragicómicas historias “antinavideñas”, convirtiéndolas en toda una tradición que convoca a familias enteras cada fin de año al Teatro La Capilla.
Para festejar este aniversario la compañía ha preparado tres espectáculos, que en total conjuntan 11 cuentos como si fuera la colación de un agridulce, pero muy divertido aguinaldo, los cuales se presentarán en el espació histriónico fundado por Salvador Novo.
“Esta es una tradición, a pesar nuestro, que se está instalando, lo cual nos da mucho gusto, porque tener un poco de humor y en específico de humor negro en estas épocas me parece muy bueno. Sí estas fechas sí son periodos de algarabía familiar, pero también suceden cosas terribles; es un momento festivo, pero también, a veces, triste, con muchos retos y broncas familiares, y mucha hipocresía”, dijo en conferencia de prensa Boris Schoemann, fundador de Los Endebles.
REGREAN LAS EXTERMINADORAS
Shoemann relató que el origen de esta tradición se remonta a la década de los noventa, con los textos del canadiense Yvan Bienvenue, quien con la misma perspectiva comenzó a escribir y presentar sus “cuentos urbanos”. No sería sino hasta 2003, que Schoemann, tradujo sus palabras y presentó tres de estos cuentos, los cuales reunió bajo el título de Ángeles exterminadoras, y que este 2023 volverán a presentarse, el 18 y 19 de diciembre.
Una anciana en un asilo que pide los servicios de un servidor sexual para no sentirse sola; una mujer que se decide atrapar a su violador y una madre que se enfrenta a las discapacidades de su hijo, son las tres historias que María Elena Olivares y Talía Marcela —quienes pertenecen al elenco original— presentan junto a Ana Karina Guevara.
HUMOR MÉXICANO PROFUNDO
El director también relató que tras la presentación de 2003, Las exterminadoras se presentaron dos años seguidos. Luego comenzó a hacer convocatorias anuales a concursos de dramaturgia y que dieron como resultado una gran diversidad de fenómenos antinavideños, que año con año se interpretan en La Capilla, como lo harán del 20 al 30 de diciembre, excepto el mero 24.
Este año, entre los personajes que, según el director, “en verdad paren chayotes”, se encuentran un hombre al que en vez de brazos le han crecido picos de piñata, un joven que sale del clóset al enamorarse de Cristo y hasta una mujer que se trauma al comer un lechón en Navidad.
Sobre cómo estas historias, así como la infinidad que han pasado por los escenarios, Schoemann menciona que son de un humor muy mexicano, más profundo, que refleja los conflictos de nuestras auténticas familias.
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Resulta interesante que esta tradición no sólo se ve reflejada en la puesta en escena de estos cuentos, sino que se cultiva con nuevas generaciones de futuros actores, dramaturgos y directores, quienes asisten a talleres impartidos por esta compañía y que dan como resultado Las antinavideñitas, que cumplirán temporada en las mismas fechas.
“Algo que es muy importante es el humor, nos lleva a entender a través de la risa y nos conmueve, pero sin dolernos nada más. Estos textos nos permiten relacionarlos con nuestros familiares, con una Navidad o un Año Nuevo en que pudimos haberla pasado horrible, pero a través de personajes que nos permiten exorcizarlo todo. Es a partir de la Navidad como pretexto que abordamos todos los pecados capitales de la época”, aseguró el actor André Bretón, codirector de estas presentaciones.