Nena Varela lanza libro

Toma elementos de su vida personal para construir una historia ficticia

Por Gerardo Murillo

  · lunes 12 de agosto de 2019

Ciudad Juárez, Chihuahua.- Hablar de María Elena Varela González es referirnos a una mujer chihuahuense apasionada, entregada que por años se dedicó a la docencia y quien con el paso del tiempo divide su vida entre el Valle (Buenaventura, Chihuahua) y Ciudad Juárez que es donde radica en la actualidad y a simplificado su nombre al de Nena Varela (La dama de la bella sonrisa).

Con el paso del tiempo y desde años atrás decidió vaciar sus pensamientos y sueños a hojas de papel, desde ahí las cosas empezaron a tomar otro rumbo en su vida y escribió su primer libro, y hasta la fecha lleva ya 4 y está por sacar otro al mercado donde habla que pasa más allá de un divorcio, de la muerte de un ser querido, de una jubilación y que pasa más allá de una ruptura sentimental de una relación amistosa que pasa más allá de cuando se acaba el día.

El concepto de su nueva obra, está narrada en tercera persona (hasta ahora han sido en primera persona) tomando elementos de su experiencia personal para construir una historia ficticia. La línea será partir de la inseguridad aparejada a un cambio abrupto en la rutina de vida hasta lograr que el personaje florezca como una mujer segura y empoderada.

Hablar de su nuevo libro es echar a volar sus pensamientos y comienza de esta manera: Aquella mañana despertó como de costumbre, un minuto antes de que sonara la alarma, y como siempre la desactivó; su timbre estridente le ponía los nervios de punta, mejor evitarlo.

En la oscuridad de la habitación quedó mirando al cielo raso, pensando, buscando un motivo para levantarse. Por primera vez la urgencia de dejar la cama y arreglarse para ir al trabajo estaba ausente, algo inusitado para un miércoles.

Le costaba entender cómo se sentía. Debería estar feliz, pero eso no estaba pasando. Finalmente había llegado ese día tan anhelado, la fecha que marca un hito en la existencia, el premio al esfuerzo de toda una vida, el momento de cosechar lo sembrado; hay tantas frases trilladas para describir una jubilación…

Lo cierto era que ella no estaba feliz, no se sentía liberada de la carga, ni celebraba el primer día de su nueva libertad, por el contrario, seguía buscando una buena razón para ponerse en pie porque de pronto se había dado cuenta de que no tenía nada que hacer.

Entendió que nunca antes se había sentido tan sola, entonces se le escapó un suspiro entrecortado que al terminar le puso los ojos húmedos y la dejó aletargada.

Pero ella era una mujer fuerte, lo sabía, se lo reconocía y además se lo habían dicho en más de una ocasión, de ello no quedaba duda. Decidió virar el derrotero de sus pensamientos para abandonar el estado catatónico en que había caído.

Se dio a repasar su vida a grandes rasgos haciendo un recuento de sus bendiciones; de ésas tenía muchas, y había trabajado duro para que cristalizaran en lo que ahora eran; sus hijos y nietos que la enorgullecían. Mucho debió sufrir para sacarlos adelante, en especial porque cuando aún eran pequeños y quedó sola debió multiplicarse para atenderlos como madre, como padre y como amiga, en especial esto último, porque sabía que sólo así podría ganarse no sólo su respeto sino también su confianza.

Pero eso ya estaba hecho. En tiempos recientes poco la habían necesitado, acaso los fines de semana para cuidar a los nietos porque su hijo o su hija los hubieran llevado a pasar la noche para salir de fiesta, y al día siguiente la comida familiar cuando pasaran a recogerlos, es una historia muy bien contada y que podría ser incluso un acto biográfico de la escritora Nena Varela, quien ahora se dedica a llevar sus impresiones y a promover sus libros y saborear la libertad que le da ir a su tierra Buenaventura, Chihuahua, Egipto, Rio Janeiro, países de Europa, las playas de México, vuela como en cada uno de sus personajes a los que le da vida con sus anécdotas y todo lo que van conociendo y saboreando a su paso.