Memorias de Chihuahua
Hablar de la historia del Archivo Histórico Municipal de Hidalgo del Parral (AHMHP) es ver la historia de las historias que se resguardan en ese espacio. En nuestra pasada entrega de Memorias de Chihuahua explicamos cómo se formó el recinto desde la época Colonial hasta los años de 1930, cuando José Guadalupe Rocha Araiza realizó la labor de limpiar, clasificar, ordenar y crear un índice de una gran parte del acervo que permanece resguardado en el AHMHP.
Parral en su momento fue sede de los gobernadores de la Nueva Vizcaya, por lo cual, el destino de los documentos gubernamentales, administrativos, tesorería, justicia, en este territorio.
A partir del siglo XIX, quienes fueron los primeros en tomar interés por estudiar y resguardar aquel acervo de aquella Nueva Vizcaya ya borrada del mapa fueron los historiadores José Agustín de Escudero y Fernando Ramírez.
Tras el trabajo de José Guadalupe Rocha Araiza con aquellos documentos a partir de 1932, se elaboraría tiempo después el primer índice por el doctor Cruz López Meraz, el cual contribuiría después para el primer microfilm elaborado por Wigberto Jiménez Moreno en 1950, quien trabajaba en el Instituto Nacional de Antropología e Historia. De aquella labor quedaron 254 expedientes en 9 rollos, todo un pasado fotografiado, extendido a lo largo de cintas oscuras, que a la fecha continúa resguardado en las instalaciones del Archivo.
A partir de aquel índice, en 1959, el arqueólogo Charles Di Peso de la Amerind Fundation of Dragoon de la Universidad de Arizona, quien además es conocido por ser de los primeros investigadores de la antigua civilización de Paquimé, microfilmó también parte del acervo.
Según una presentación del catálogo del Fondo Colonial coordinado por la antropóloga Magdalena Sofía Pérez Martínez, explica que a partir de la labor de Di peso: “se obtuvo el índice de los 324 rollos de 35 mm, de casi seis mil expedientes, con documentos de 1631 a 1821”.
En 1959 el archivo se resguardó en la Biblioteca Franklin, en donde permaneció hasta 1988 a cargo de Soledad Meléndez de San Martín y después por disposición del presidente Alfredo Amaya se trasladó a la comandancia de policía.
En 1985, Roberto McCaa, de la Universidad de Minnesota, quien había trabajado entre 1983 y 1984 en el archivo de la Parroquia de San José, emprendió una investigación, limpieza y clasificación en Parral con ayuda de Rosa María Arroyo, quien hasta la fecha ha continuado con esta importante labor en el actual Archivo.
Según el documento ya citado se “realizó la limpieza, orden y clasificación de un importante lote de documentos que se encontraban en la comandancia de policía. El resultado fueron 3,000 cajas de archivo”.
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