Es de admirar cada cuadro, de conocer acerca de sus obras que está exponiendo Antonio Muñoz, quien con su exposición titulada Retrospectiva 198-2021, esta logrando llamar la atención de los conocedores de sus obras las cuales son maravillosas y trabajos dignos de todo el reconocimiento de los que saben, esta muestra la organiza Joel Pérez GUtierrez, Nohema Torres y Juan Carlos Hernández Arias.
El ser pintor no es nada sencillo, es llegar al gusto del público, es imprimir en cada oleo lo que sientes o lo que piensas, hechas a volar tu imaginación y con los colores le das vida a cada obra que está expuesta en el Centro Cultural El Paso en coordinación con el Centro Cultural de las Fronteras.
Es así como Antonio Muñoz y su carrera delinea cierta nostalgia del movimiento Bauhuas. Que va en comunión con su carrera en la arquitectura, hasta ahora el pintor sigue creando obras, es autodidacta, se ha propuesto seguir este ámbito y los resultados han sido maravillosos y motivantes, su trabajo es sorpresivamente fresco.
Al emplear un vocabulario muy familiar al siglo XX, las pinturas son básicamente orgánicas, aunque esta tendencia es enmarcada por detalles geométricos, con fondos exóticamente fluidos. El uso del color brillante, es el segundo elemento natural a él.
Porque como latinoamericano señala sus alrededores en sus trabajos, siendo pues sorpresivo como sin tener dicha importancia, se manifiesta tan fuerte y en cada uno de sus lienzos, los cuales ahora están causando una verdadera expectación en quienes han acudido a su exposición.
Muñoz ve su pintura como un instrumento para explorar, la pintura como la ciencia más reciente, es capaz de explorar áreas que no se han investigado anteriormente. Esta actitud le recuerda al artista a Ezra Pound cuando dijo “los artistas son la antena de la humanidad”. Estas pinturas son primordialmente acerca de captar cada señal y trazar mapas de territorios indefinidos.
Consigue lograr composiciones sorpresivamente frescas y llenas de vida, al emplear un vocabulario muy familiar al siglo XX, las pinturas son básicamente orgánicas, aunque esta tendencia es enmarcada por detalles geométricos.
El pintor plasma fondos exóticamente fluidos en el color en especial los brillantes, se puede decir que es el segundo elemento natural en él, y esto es totalmente de otro mundo, algunas veces esta complejidad de color, se mezcla para formar un vórtice de donde nuevas ideas pueden nacer y lo plasma en cada una de sus obras.
En otras ocasiones el fondo es una nubosidad y la noción de este le da como si algo estuviera a punto de nacer la cual es apropiada y oportuna. En otras áreas el territorio parece ser duro, como paisaje lunar como si varios estratos extraños de otra materia se hubieran agregado. Además de todo esto, viene el dibujo de Muñoz, en el cual parece ser surrealista explorando un tipo de escritura automática, algunas veces cuidando la línea y otras en contra de ella.