Año 1982: Movimiento paracaidista dio hogar a miles de habitantes en ciudad Cuauhtémoc

Luis Raúl Zea Córdova lideró el movimiento que permitió otorgar lotes a los desprotegidos y la conformación de la colonia Emiliano Zapata

Dalia Rascón / Archivo Histórico del Instituto de Cultura del Municipio de Cuauhtémoc

  · domingo 14 de julio de 2024

Foto: Gobierno del Estado de Chihuahua

Memorias de Chihuahua

El crecimiento en la ciudad de Cuauhtémoc en los años 70 evidencia a su vez la carencia de espacio para las viviendas que se asentaba con más fuerza en la región, alimentando entre los cuauhtemenses el sentimiento de desigualdad y la búsqueda de ser escuchados. Luis Raúl Zea Córdova, quien, al llamado de los desprotegidos, lideró el movimiento cuyo objetivo principal era dotar de viviendas a quienes realmente lo necesitaran, logrando que el 26 de junio de 1982 se acordara con el ejidatario, Remedios Caro, el reparto de lotes para la futura edificación de la colonia Emiliano Zapata.

La creación de la Emiliano Zapata tiene sus orígenes en la colonia Genaro Vázquez, actual Benito Juárez. El sector se caracterizaba por atravesar una crisis respecto a los servicios básicos, sin embargo, no era el único problema, se sumaba el alza de los precios en las rentas domiciliarias y la falta de espacio para los habitantes que se veían obligados a movilizarse de zonas aledañas hacia Cuauhtémoc.

Luis Raúl Zea Córdova, originario del municipio de Guerrero, abogó por los colonos de la Genaro Vázquez, quien dirigiéndose hacia Gobierno del Estado buscó alternativas y apoyo en la región como en la capital del estado para atender las necesidades, no únicamente para la colonia, sino también para que se atendiera el problema de la vivienda en Cuauhtémoc.

Foto: Cortesía / Archivo Histórico del Instituto de Cultura del Municipio de Cuauhtémoc

El apoyo que obtuvo Raúl Zea de los militantes orilló al Estado a dar atención a la crisis antes mencionada. En 1976, a cargo del personal de la Secretaría de Recursos Hidráulicos de Chihuahua se dio solución a la falta de agua en la Genaro Vázquez, sin embargo, la cuestión inquilinaria seguía representando un problema, alentando al llamado a reuniones que tenían la intención de movilizar a los colonos por la invasión de las parcelas ubicadas en la periferia de la ciudad. El terreno contemplado por el grupo del movimiento pertenecía al ejidatario Remedios Caro y una vez establecidos dentro del terreno, los militantes organizaban “plantones” cuyo propósito era mantener la vigilancia y seguridad, a su vez que no fuera retirado ningún militante por la fuerza policial.

Remedios Caro, al no tener alternativa, sede gran cantidad de lotes para fincar, en primera instancia, unidades habitacionales. El reparto de lotes quedó en manos del líder social junto con Fidel Duarte, Esteban López Solís, Marcelino Martínez y Rogelio Terán, mientras tanto, los pobladores esperaban pacientemente el espacio donde poder construir, con la entrega de terrenos se optó por edificar dentro de la colonia un punto de reunión, el Dispensario, ubicado entre la Antonio Barona y Martín Córdova, fungiendo futuras funciones sociales. A su vez, la inauguración de las primeras nomenclaturas, siendo la calle principal, Martín Córdova quien no solo honra al hermano del líder del movimiento, sino también que delimita el espacio de la Emiliano Zapata.

Luis Raúl Zea Córdova lideró el movimiento cuyo objetivo principal era dotar de viviendas a quienes realmente lo necesitaran Foto: Cortesía / Archivo Histórico del Instituto de Cultura del Municipio de Cuauhtémoc

Conocidas vagamente como Las Malvinas, nombre referente entre los colonos, se debía al disturbio de los años 80 entre Argentina e Inglaterra, ya que, en el caso de la colonia, el Municipio de la Ciudad contemplaba el terreno como propio. A pesar de ser un referente, el nombre oficial de la colonia quedó establecido como Emiliano Zapata, en consideración al caudillo revolucionario y por la lucha de los militantes junto con Raúl Zea Córdova, logrando que en 1985 se dotara redes de agua potable. La construcción de locales comerciales como las tortillerías La Unión, La Divina Providencia y la Licorería Emilianos influyeron en la creación de la primera escuela de la colonia; 10 de abril y la colonia vecina Lázaro Cárdenas.

La Emiliano Zapata, para los años 90 ya era una colonia más en la ciudad de Cuauhtémoc, dando hogar a miles de familias cuauhtemenses, cosechando los frutos de las luchas de sus pioneros, reconociendo y recordando a aquellos que incluso costó la vida. El 18 de diciembre de 1999, los colonos de la Emiliano Zapata quedaron a la deriva sin su líder, sin embargo, el recuerdo del movimiento ha pasado desapercibido, dejando como único vestigio físico la colonia como tal y persistiendo únicamente en la memoria social.

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